En busca de la neutralidad de carbono, el sector minero explora nuevas vías, destacando la digitalización y el almacenamiento de energía como impulsores clave para reducir la huella de carbono y generar ahorros económicos.
México, comprometido con una reducción del 30% de emisiones para 2030, encuentra en la transformación digital una oportunidad para el sector minero. La adopción de energías renovables y el almacenamiento eficiente se posicionan como estrategias fundamentales.
Digitalización para Eficiencia Operativa:
La digitalización ofrece herramientas de monitoreo de activos que permiten un conocimiento detallado del estado de los equipos mineros. Un Sistema de Monitoreo de Activos (APM) puede generar ahorros significativos, reduciendo hasta un 70% de las averías, disminuyendo un 50% los costos de mantenimiento y recortando en un 12% los gastos presupuestales.
Almacenamiento de Energía (BESS) para Reducción de Emisiones:
Las minas, grandes consumidores de energía, pueden beneficiarse del almacenamiento de energía para reducir la dependencia de generadores diésel y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el almacenamiento eficiente contribuye a superar cuellos de botella en la distribución eléctrica, optimizando costos en momentos críticos de consumo.
Perspectivas del Litio:
El litio, esencial en sistemas de almacenamiento, se presenta como un mineral estratégico para el futuro de la minería. México, con reservas de litio, se perfila como un atractivo destino de inversión para su extracción, potenciando la posición del país en la escena mundial de este mineral.
En síntesis, la convergencia de digitalización y almacenamiento de energía se erige como el camino hacia una minería más sostenible, eficiente y alineada con las metas de reducción de emisiones. La tecnología, aliada a las fuentes de energía renovable, promete transformar la industria minera mexicana en un referente global de innovación y responsabilidad ambiental.
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