Durante la conferencia matutina del martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que su gobierno no ha entregado ninguna concesión para la explotación de litio en el país y que solo están revisando las que se dieron en sexenios pasados, lo que causó cierta confusión respecto al proyecto de Bacanora Lithium.
“Vamos a esperar. Por lo pronto no estamos entregando concesiones, estamos revisando el uso que se le está dando a las que se otorgaron porque fue excesiva la entrega de éstas, sobre todo para la minería”, dijo el presidente.
Aunque las concesiones del yacimiento ubicado en Bacadéhuachi, Sonora, ya están dadas desde hace más de diez años, no ha sido sencillo para la minera llevar a cabo este proyecto.
La falta de financiamiento hizo que 2018 fuera un año complicado para la inglesa Bacanora Lithium, la incertidumbre sobre los precios del litio y temores a un exceso de producción provocaron que sus acciones tocaran un fondo de 12.5 peniques esterlinos (3 pesos) en marzo de 2019. Ese mismo año, unos meses después, la situación dio un giro de 180 grados: en México era poseedor del mayor depósito de litio en desarrollo del mundo. Sus títulos, que cotizan en la Bolsa de Londres, han aumentado 180 por ciento a 35 peniques (8.58 pesos).
El camino de la compañía inglesa en México comenzó hace más de una década, cuando se aventuró a enviar a un par de geólogos a explorar los desiertos de Sonora, dando como resultado el descubrimiento de litio en el sureste de ese estado. Consciente de que ese mineral apuntaba a ser protagonista en una industria, en ese momento incipiente, pero con un gran futuro, como la de los autos eléctricos, se apresuró a solicitar las concesiones.
Ahora, Bacanora posee 10 áreas de concesión minera que cubren aproximadamente 100 mil hectáreas en Sonora, México, las cuales giran en torno al denominado Proyecto de litio en Sonora, con el cual la empresa prevé a mediano plazo extraer hasta 35 mil toneladas de litio anuales, lo que la convertirá en una de las mayores productoras del mundo del llamado "petróleo del futuro".
El apetito por invertir en la empresa inglesa no era mucho a finales de 2018, lo cual se reflejó en la caída de sus acciones; de hecho, la falta de interés la llevó a cancelar una venta de acciones por 100 millones de dólares, recursos con los que pensaba financiar parte de la construcción de su primera mina de litio de México.
Una vez disipado el miedo al exceso de mineral en el mercado y al precio a la baja, Bacanora volvió a salir al mercado, pero el principal empuje lo recibió en agosto de 2019, cuando la firma Mining Technology dio a conocer el listado de las 10 minas en desarrollo de litio más grande del mundo, colocando en el primer sitio a la de Sonora.
Con ese incentivo, no fueron pocas las empresas que se acercaron para asociarse con Bacanora, pero la elegida fue la minera china Ganfeng Lithium, la cual por una cifra no revelada se convirtió en dueña de 22.5 por ciento del Proyecto de Litio en Sonora, ubicado exactamente en la zona limítrofe entre ese estado y Chihuahua.
Ambas empresas tienen las intención de invertir 420 millones de dólares para la primer fase del yacimiento ubicado en Bacadéhuachi, pueblo ubicado al noreste del estado de Sonora, donde se espera la creación de alrededor de mil 200 empleos en la construcción de la planta de litio y 260 cuando esté en operación.
Sonora posee uno de los recursos de litio más grandes del mundo y se beneficia de ser de alto grado y escalable, ha señalado a inversionistas Peter Secker, director general global de Bacanora Minerals, casa matriz de Bacanora Lithium.
De llegar a producir las 35 mil toneladas de litio anuales, objetivo de la firma inglesa, ésta se posicionará como una de las más importantes del mundo, pues a nivel país sólo estaría rebasada por Australia, donde en total se producen 51 mil toneladas anuales de este mineral, quedando muy por encima del segundo lugar, que es Chile con 16 mil toneladas anuales.
Fuente: La Jornada
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