Con el propósito de fortalecer las capacidades tecnológicas de las mujeres en la industria minero-metalúrgica, se llevó a cabo la 7ª Edición de la Academia de Digitalización en Minería, un encuentro convocado por INNOMOTICS y Mujeres WIM México, que reunió a especialistas, líderes y representantes de México, Perú y Chile.
El evento se desarrolló en formato híbrido —de manera remota desde la Pontificia Universidad Católica de Chile y presencial en el Centro Cultural Minero—, y dejó claro que la digitalización con propósito es hoy una herramienta indispensable para construir una minería más eficiente, sostenible y humana.
La transformación digital con rostro femenino
Durante las conferencias, se destacó que la adopción de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial y la Big Data no solo optimiza los procesos operativos, sino que abre nuevas oportunidades para fortalecer la trazabilidad, la sostenibilidad y la resiliencia del sector. Los participantes coincidieron en que la velocidad del cambio exige que las mujeres ocupen un papel activo en la transformación tecnológica, pues su visión y liderazgo son clave para traducir los datos en acciones concretas que reduzcan riesgos y mejoren el uso de recursos como el agua y la energía.
La inclusión que impulsa el progreso
En el panel “Experiencia de participación de mujeres en minería”, Karen Flores, directora general de la Cámara Minera de México (Camimex), reveló que más de 77 mil mujeres forman parte de la industria minera del país, lo que representa un crecimiento del 5% respecto al año anterior y del 85% en la última década.
“Las mujeres aportan una visión y un cuidado que complementan el talento del sector, mejorando la responsabilidad social y la gobernanza”, señaló.
Desde Chile, Antonia Stieglitz, representante de AHK Chile, compartió la experiencia de empresas que han alcanzado hasta un 40% de participación femenina en puestos operativos, demostrando que las políticas de inclusión no solo son posibles, sino que fortalecen la productividad y la innovación.
A su vez, Orlando Reyes, de la CEPAL, recordó que América Latina posee vastas reservas de minerales esenciales para la transición energética, pero que su aprovechamiento sostenible dependerá de una transformación estructural que combine crecimiento económico, inclusión social y respeto ambiental.
Tecnología con propósito humano
La conferencia “Sostenibilidad y digitalización en la minería”, impartida por Violeta Anaya Zamora, gerente global de Sostenibilidad en SSR Mining, destacó la necesidad de incorporar a más mujeres en los procesos de digitalización. “El liderazgo femenino es fundamental para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible y responder a la crisis ambiental que enfrentamos”, afirmó.
Durante la inauguración, María Teresa Garza, Manager México, Centroamérica y el Caribe de INNOMOTICS, lanzó un llamado contundente:
“La minería del futuro no se construye con herramientas del pasado. Se construirá con tecnología digital, con visión estratégica y, sobre todo, con liderazgo femenino”.
Industria 5.0: tecnología al servicio de las personas
En su conferencia “La mujer y el camino hacia la minería digital”, Fernando Alanis, consejero de Camimex, explicó la transición hacia la Industria 5.0, cuyo enfoque busca devolverle protagonismo al ser humano, potenciando sus capacidades mediante la tecnología. “Para enfrentar los retos de la minería —desde la reducción de costos hasta la descarbonización— necesitamos el mejor humanware, en combinación con el hardware y el software”, sostuvo.
El cierre estuvo a cargo de Doris Vega, presidenta de Mujeres WIM México, quien abordó el tema de la imagen pública y su impacto en la construcción de reputación personal y corporativa dentro del sector.
Un mensaje que trasciende fronteras
La 7ª Academia de Digitalización en Minería dejó un mensaje claro: el futuro de una minería responsable y competitiva en América Latina depende de dos factores inseparables: la capacitación continua en tecnologías digitales y el impulso decidido del liderazgo femenino.
El evento demostró que cuando las mujeres tienen acceso a las herramientas adecuadas, la innovación deja de ser una meta para convertirse en una realidad que transforma a toda la industria.
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