Carbón térmico, ganador en el renacer del sector minero en Estados Unidos
El mineral del tipo usado para alimentar centrales eléctricas saca de la quiebra a gigantes de la industria como Peabody.
La industria estadunidense del carbón está de regreso, algo que elogió Donald Trump esta semana. Sin embargo, en el sector de generación de energía solo una variedad está en demanda, la producción de bajo costo de las minas a cielo abierto de estados occidentales como Wyoming
La tendencia animó a los grandes estadunidenses de minería que cotizan en bolsa, Peabody Energy y Arch Coal, que lograron salir de la quiebra tras una ola de fracasos en la industria en 2015 y 2016. Pero es una mala señal para la región de los Apalaches, incluyendo estados como Virginia Occidental y Kentucky, a los que Trump se comprometió a ayudar.
La saludable demanda de carbón térmico, utilizado para generación de energía, de Powder River Basin de Wyoming y Montana ayuda a respaldar a la industria estadunidense de minería, que se concentra en controlar deudas y en devolver efectivo a los accionistas.
La producción de carbón aumenta en todo EU, pero el impulso en la región de los Apalaches surgió de las ventas de exportación más volátiles y el carbón metalúrgico, usado para la producción de acero, no de la variedad térmica.
El consumo de carbón en EU de la zona central de los Apalaches para la generación de energía cayó 20 por ciento este año en comparación con el periodo equivalente de 2016, de acuerdo con Peabody. El consumo de carbón de la Powder River Basin subió 8 por ciento.
Como resultado, Peabody, que produce cerca de 80 por ciento de su carbón estadunidense en la Cuenca de Powder River y también tiene una gran operación en Australia, está en proceso de reanudar los pagos de dividendos en 2018, pese a un panorama generalmente difícil para la industria.
Glenn Kellow, director ejecutivo de Peabody, dijo que sus operaciones en EU ofrecen una “plataforma estable” para la compañía, la mayor productora de carbón a escala global que cotiza en bolsa.
Fuente: Milenio