China y Australia buscan equilibrar su relación en la carrera por los minerales

El primer ministro chino, Li Qiang, visitó el martes una planta de procesamiento de litio en el estado de Australia Occidental, en un esfuerzo por reforzar la cooperación económica entre los dos países. La visita, la primera de un primer ministro chino en siete años, ocurre después de que China levantara suspensiones impuestas a exportaciones australianas por valor de 20.000 millones de dólares en 2020.

La visita también destaca la importancia de los minerales críticos, como el litio y las tierras raras, en la relación entre China y Australia. Los dos países han competido por el control de estos yacimientos, que son fundamentales para la economía global.

China es el principal cliente de Australia Occidental, que suministra más del 50% del mineral de hierro transportado por vía marítima y la mitad del litio utilizado en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos. Sin embargo, Estados Unidos ha intentado romper el dominio chino en el suministro de minerales críticos, apoyando proyectos en Australia y otros países.

Durante la mesa redonda empresarial celebrada en Perth, Li y su par australiano, Anthony Albanese, debatieron cómo se puede aumentar la inversión china en el sector minero australiano. Li destacó la importancia de un entorno empresarial justo y no discriminatorio para las empresas chinas, mientras que Albanese enfatizó la necesidad de crear puestos de trabajo en el procesamiento de minerales críticos y diversificar las exportaciones.

La visita de Li también subraya la estabilidad creciente en las relaciones entre China y Australia, después de que se levantaran las suspensiones impuestas a exportaciones australianas. El primer ministro chino expresó su esperanza de que ambos países puedan trabajar juntos para estabilizar las cadenas de suministro industrial y fomentar el crecimiento económico.

La visita de Li a Australia Occidental refleja la importancia creciente de los minerales críticos en la relación entre China y Australia. Ambos países deben encontrar un equilibrio entre su competencia por los yacimientos y su cooperación económica para garantizar un futuro sostenible.