En la Sierra Alta Hidalguense, el Colegio Bartolomé de Medina se ha convertido en un ejemplo de cómo la educación de calidad puede cambiar el rumbo de una comunidad. Impulsado por Autlán, este proyecto nació con la idea de ofrecer oportunidades académicas sólidas a las familias trabajadoras de la región y hoy es reconocido como uno de los colegios más destacados del estado.
Más que un centro educativo, el Bartolomé de Medina es un motor social. Su propuesta combina un modelo integral de enseñanza, un equipo docente altamente capacitado y una visión que pone en el centro el potencial de cada alumno. Esta fórmula ha rendido frutos, sobre todo en el área de matemáticas, donde el colegio ha escrito una historia de superación digna de contarse.
Del primer intento al podio nacional
El camino no empezó con medallas. En el ciclo escolar 2017-2018, el colegio participó por primera vez en la Olimpiada de Matemáticas para Primaria y Secundaria sin lograr clasificaciones. Sin embargo, lejos de ver ese resultado como un fracaso, la escuela lo convirtió en un punto de partida.
Un año después, siendo sede de la competencia, directivos y maestros idearon un plan ambicioso: talleres con especialistas, estudio intensivo de áreas como geometría, álgebra y teoría de números, y una preparación avanzada para los alumnos con mayor interés y habilidades.
Desde entonces, los logros han sido constantes. En los últimos tres años, el colegio ha aportado nueve medallas a la delegación de Hidalgo. En 2023, un oro en primer grado de primaria marcó el inicio. En 2024 llegaron tres preseas más —oro en segundo de primaria y dos bronces—. Y en 2025 alcanzaron su mejor desempeño: cinco medallas, entre ellas oros, plata y bronces en distintas categorías.
Una alumna que brilla en México y el mundo
Entre los nombres que han dejado huella, destaca Zariffe Yamel Céspedes Pelayo, quien suma 27 medallas en competencias estatales, nacionales e internacionales. Representó a México en las Olimpiadas Internacionales de Indonesia en 2020 y 2021, convirtiéndose en inspiración para sus compañeros y en ejemplo del impacto que puede tener el acompañamiento docente.
Profesores que también inspiran
El trabajo del colegio no solo se refleja en sus estudiantes. Dos de sus maestros, Alejandra Pelayo y Rubén Hernández, fueron invitados como entrenadores estatales, compartiendo la experiencia del Bartolomé de Medina con otras regiones de Hidalgo.
Para Autlán, esta historia es prueba de que invertir en educación con visión social produce cambios duraderos. Cada medalla, cada avance y cada estudiante que supera sus propios límites es, al mismo tiempo, una victoria para toda la comunidad.
“En Autlán creemos que la educación es la base del desarrollo sostenible. Lo que hemos logrado junto al Colegio Bartolomé de Medina es prueba de que el compromiso genuino puede transformar vidas y comunidades enteras”, afirmaron representantes de la empresa.
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