Con visitas guiadas promueven históricas minas de Guasucarán, Honduras

Las imponentes minas de Guasucarán, valiosas joyas del patrimonio natural, que inspiraron al artista Ladislao Valladares a plasmarlas en el Escudo Nacional son promovidas en la actualidad como un sitio para el turismo natural e histórico. Los encargados de resaltar este sitio como punto para los momentos de esparcimiento y conocimiento de la cultura local son los integrantes de la Pastoral de la Cultura de la Arquidiócesis de Tegucigalpa. Es por esta razón que a partir de este día inicia un proyecto de promoción del sitio con ayuda de un grupo de guías comunitarios.Las minas están ubicadas en el municipio de Ojojona, a 35 kilómetros desde la capital.

Historia religiosa

Tony Salinas Avery, sacerdote de Ojojona y encargado de la Pastoral Cultural, manifestó que es necesario que los hondureños conozcan su pasado. A unos metros de distancia de las minas además hay un pequeño templo, construido en 1905.Este monumento de fe está dedicado a la Virgen de la Inmaculada Concepción, cuya venerada imagen data de más de 200 años. Otro hecho histórico importante es que los restos de Ladislao Valladares descansan en el interior de la iglesia del Carmen de Ojojona. “Recién llegado a la parroquia de Ojojona he descubierto la gran devoción de la población de la zona a la imagen de la Virgen y junto al templo están esas minas que son una verdadera joya y que son desconocidas”, explicó el sacerdote. Como parte de este proyecto turístico desde ya se contempla construir un hotel de montaña en una área ubicada cerca del templo. “Con el centro para hospedaje lograremos que nacionales y extranjeros tengan una oferta de descanso, en contacto permanente con la naturaleza, una experiencia diferente con el mundo urbano”, declaró Salinas.

Belleza natural

Las bocaminas de Guasucarán no solo están rodeadas de belleza natural, sino que de encanto y misterio. Según la historia, estas minas fueron descubiertas por el español Diego de Manzanares y se constituyó en el primer mineral en ser explotado en Honduras, entre los siglos XVIII, XIX y en los primeros años del XX. “Se cuenta que Diego de Manzanares descubrió que en la parte oeste del cerro de Guasucarán existía un hilo de plata que medía 25 metros de largo por tres metros de ancho y por falta de recursos económicos pidió ayuda a Guatemala para explotarlo”, explicó Jesús Martínez, habitante de la comunidad.

Fuente: elheraldo.hn