COLUMNA
La importancia de la responsabilidad social en México va en aumento así como la necesidad por parte de las empresas para medir el impacto real de sus políticas en esta materia.
Ante la pandemia por covid-19, la responsabilidad social y el Distintivo ESR han cobrado gran importancia por el hecho de que sea la sociedad quien reconozca la gestión responsable de las empresas.
Año con año la Iniciativa Privada busca acreditar, medir y dar a conocer sus esfuerzos en esta materia, razón por la cual existen diferentes mecanismos; algunos son de índole nacional y otros tienen alcances más amplios.
En el ámbito nacional, uno de los reconocimientos más destacados es el que se otorga durante el Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables. En 2020 se registran más de 1,600 empresas mexicanas con el Distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR), siendo 918 grandes empresas y el resto PyMEs. Esta cifra contrasta marcadamente con la registrada en la primera edición de dicha entrega, cuando sólo 17 compañías recibieron el Distintivo ESR y es que al participar en este tipo de reconocimientos las empresas ven el beneficio de estarse midiendo anualmente bajo indicadores en los ámbitos de calidad de vida, medio ambiente, ética y vinculación con la comunidad; lo cual permite mejorar como empresa más allá de ser reconocido públicamente.
A nivel internacional, sin duda, la vía más eficaz con la que cuenta una empresa para medir sus alcances y efectividad en cuanto a responsabilidad social se refiere, es solicitando la elaboración de su Informe de sustentabilidad bajo el GRI (Global Reporting Initiative), debido a que en estos reportes se dan a conocer de manera ordenada los resultados económicos, sociales y ambientales que derivan de una implementación de políticas, procedimientos, convenios, programas y campañas de una gestión socialmente responsable.
En la actualidad ya son más de 3,000 informes que se han realizado en el mundo bajo esta metodología internacional y que ha evolucionado ya a su cuarta versión; permitiendo conocer de una manera más sencilla los temas relevantes sobre los cuales se aboca la empresa a reportar, lo que técnicamente también se conoce como estudio de materialidad.
En conclusión, las empresas deben evitar rezagarse, y adoptar cuanto antes indicadores que les permitan rendir cuentas a sus públicos de interés de manera contundente y con el máximo nivel de credibilidad. En un mercado cada vez más crítico y competitivo, será sólo de esta forma que puedan diferenciarse en su sector, mejorando su desempeño en todos los ámbitos de la responsabilidad social y reportando sus resultados en la materia.
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