Un “error tipográfico” en permiso de la Semarnat merma confianza de inversionistas en minería de México
La incertidumbre que se mantiene sobre el permiso concedido a la mina San José, de Fortuna Silver, socava aún más la confianza de los inversionistas en México, donde las mineras enfrentan una serie de crecientes riesgos.
El futuro de las operaciones en San José (en la foto), uno de los mayores productores de plata de México, quedó en tela de juicio cuando la Secretaría de Medio Ambiente, Semarnat, negó la extensión de un permiso que se otorgó por 12 años luego de que este expirara el 23 de octubre.
Sin embargo, Fortuna dio vuelta lo que describió como una decisión sin precedentes de la secretaría, la cual reevaluó la solicitud y otorgó una extensión de 12 años en diciembre.
Pero en otro giro de los eventos, la Semarnat notificó a la empresa que la cartera cometió un error tipográfico en la prórroga y que el plazo correcto es de 2 años en lugar de 12.
“La empresa considera que la notificación fue emitida por la oficina local de la Semarnat por error”, dijo Fortuna en un comunicado.
RECURSO JUDICIAL
La filial local Minera Cuzcatlán trabaja con las autoridades para llegar a una solución e interpuso un recurso judicial para revocar la notificación y confirmar el período de prórroga de 12 años.
Fortuna señaló que había solicitado explícitamente una extensión de 12 años y que este período se mencionó reiteradamente en la documentación. Agregó que los errores tipográficos no son un motivo jurídico para modificar los términos de una autorización de impacto ambiental.
Fortuna agregó que Minera Cuzcatlán recibió la aprobación de la Semarnat para regularizar la construcción de obras de infraestructura en San José, que también tiene un plazo de 12 años.
Si bien es probable que Fortuna triunfe en tribunales, la notificación de la Semarnat erosiona la fe en la tramitación de permisos ambientales, señalaron analistas de Scotiabank en una nota.
“En nuestra opinión, Fortuna debería poder imponerse por motivos jurídicos, pero es desalentador que las autoridades parezcan no estar dispuestas a resolver el problema rápidamente y sin necesidad de un fallo de un tribunal federal”, consigna la nota.
Si bien la notificación de la Semarnat será en última instancia neutra para Fortuna, es negativa a corto plazo para la confianza, dijeron los analistas.
TRAMITACIÓN DE PERMISOS
La notificación a San José es otra señal de un entorno cada vez más complicado para las mineras que tramitan permisos en México.
La Semarnat ha adoptado una postura más dura con respecto a ellos rechazando una serie de solicitudes desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia a fines de 2018.
Muchos otros proyectos se están retrasando debido a la acumulación de solicitudes de permisos pendientes, que en parte están relacionados con los recortes de personal en la Semarnat.
Los problemas de Fortuna en San José también reflejan la oposición de algunas comunidades locales, que han instado al gobierno a cancelar los permisos de la mina, citando problemas ambientales e hídricos.
Minera Cuzcatlán dijo el mes pasado en su cuenta de Twitter que no compite con las comunidades por el agua, la cual obtiene de lluvias y de una planta de tratamiento de agua cercana.
San José cuenta además con un depósito de relaves filtrados, técnica más amigable con el medioambiente, agregó.
Fortuna dijo que trabaja con altos funcionarios de la Secretaría de Gobernación y comunidades locales para extender los beneficios sociales de la mina en la región.
“Minera Cuzcatlán cumple plenamente con todas las leyes ambientales pertinentes y continúa operando bajo los términos de la autorización de impacto ambiental”, indicó Fortuna. “La notificación no pone en peligro las operaciones en la mina”.
San José es la mina de plata más grande de Fortuna al reportar 6,43 millones de onzas (Moz) de plata y 39.406oz de oro en 2021.
La producción en el activo caería a 5,2M-5,8Moz de plata y 32.000-36.000oz de oro este año al declinar las leyes.
La empresa también posee la mina de oro Lindero en Argentina, Caylloma en Perú y Yaramoko en Burkina Faso.
Fuente: BNamericas