El modelo 20/20/20 que Goldcorp trae a México
"Keep it simple”, reza una máxima empresarial que muchas compañías desoyen. Pero es el mantra que ha decidido usar como el sello de su gestión David Garofalo, presidente y CEO de Goldcorp a escala global. Con un año a la cabeza de la minera canadiense, su propuesta es elevar 20 por ciento la producción, crecer 20 por ciento las reservas y reducir 20 por ciento los costos.
Otro cambio es “menos minas y foco solo en las verdaderamente importantes, que no son más de siete en el mundo”.
Y ahí es donde aparecemos en su lista, con la mina más importante que tiene esta multinacional: Peñasquito (Zacatecas). Solo con esta operación, y con la de su vecina Chile Colorado, México representa 30 por ciento del valor de Goldcorp. Esta es no solo una mina de gran tamaño, sino de diversidad de productos: un tercio es oro, otra tercera parte plata y el resto plomo y zinc.
“Peñasquito crecerá ese 20 por ciento prometido de producción para fines de 2018”, me adelantaba Michael Harvey, director regional de Asuntos Corporatios y Seguridad de Goldcorp Latinoamérica.
Ese aumento en la producción (y en reservas) se deberá a una nueva planta que montarán en esa mina. Se trata de un desarrollo ciento por ciento creado por talento mexicano: una planta de lixiviación de pirita, en la que invertirán 420 mdd.
Este complejo lo está construyendo ICA y genera unos mil empleos directos en estos dos años de obra.
¿Qué hace una de estas plantas? Básicamente carcomer al máximo el tepetate (la grava) y quitar las partículas de oro y de plata que quedan adheridas a la pirita (lo que en el lejano Oeste se conocía como “el oro de los tontos”). Lo cierto es que esas partículas suman ni más ni menos que unas 120 mil onzas de oro al año, más otro tanto de onzas de plata. Será una de las plantas más modernas y más grandes del mundo que les permitirá recuperar unos 12 mdd diarios de ambos metales preciosos que hoy no se pueden extraer.
Con estos cambios, Goldcorp a escala global pasaría de tener reservas por 41.8 millones de onzas de oro a 50 millones, logrando además bajar los costos. Mientras que hasta este año la producción de cada onza de oro ronda los 850 dólares, para 2021 habrá bajado a 700.
Y a la hora de las eficiencias, México también se puso en cintura: en los últimos meses se recortaron 40 por ciento de los puestos ejecutivos (de hecho no hay director general local) y con una sola mina en el país, todo se opera desde allí, excepto un pequeño grupo que trabaja desde CdMx.
Con todos estos ajustes, Garofalo regresará a las cifras de las buena racha de Peñasquito, en cuanto a producción, de hace dos años atrás aumentando en 120 mil onzas al año su producción mexicana.
Fuente: Milenio