La crisis sanitaria que ha sufrido el mundo entero ha reafirmado y reforzado los lazos solidarios que existen en la minería mexicana. Codo a codo, comunidades, colaboradores y empresas han enfrentado esta enfermedad que ha tenido un impacto profundo en la sociedad mexicana y su economía. Pero también, esta contingencia ha sacado a relucir los aspectos más positivos de la naturaleza humana.
La pandemia ha dejado muy claro el rol esencial que desempeña la minería en más de 690 comunidades. No sólo por el apoyo que se sigue brindando a través de donativos para hospitales, insumos médicos, equipos personales de protección y campañas de información. Sino también, porque hemos sido un brazo de apoyo para los gobiernos municipales, estatales y federal para llevar servicios básicos y de salud a comunidades alejadas de los centros urbanos.
Otro aspecto importante es que miles de familias tienen su sustento en los empleos estables y bien pagados que esta industria genera. Al cierre del año pasado, la minería mantuvo más de 379 mil empleos directos, cifra que se ha mantenido a lo largo de 2020 a pesar de las circunstancias, además la cadena de valor aporta 2.1 millones de puestos de trabajo.
A pesar de los dos meses en los que tuvimos que parar operaciones, las empresas mineras hicieron un esfuerzo significativo y solidario para mantener los empleos directos sin modificar los salarios. Esto es relevante porque el ingreso en el campo laboral de la minería es 39 % superior al promedio nacional y en el caso de la minería metálica, hasta 75% mayor, según datos del IMSS.
Las empresas afiliadas a la Cámara Minera de México están comprometidas con la salud y seguridad de los colaboradores y comunidades mineras. Es por ello que se han implementado estrictos protocolos sanitarios que cumplen con los más altos estándares internacionales. Proteger a cada miembro de la gran comunidad minera siempre ha sido una de nuestras misiones más importante.
La crisis aún no termina. Y ahora más que nunca, sociedad civil, académicos, organizaciones no gubernamentales, autoridades y sector privado debemos seguir trabajando de manera estrecha.
Los grandes ejemplos de humanismo que hemos podido apreciar en los últimos meses dentro de la minería, nos llenan de esperanza y fortalecen nuestro amor por México. Una vez más, todos los que formamos parte de este sector podemos decir con humildad que somos orgullosamente mineros.
Lic. Karen Flores Arredondo,Directora general de la Cámara Minera de México (CAMIMEX)
Fuente: México Minero
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