En un giro histórico, el precio del cobre, un pilar esencial en diversas industrias, podría experimentar un asombroso aumento del 75% en los próximos dos años, según los análisis de expertos. Las interrupciones en el suministro y la vorágine de demanda, especialmente impulsada por la transición hacia la energía renovable, lideran este pronóstico optimista.
La investigación de Fitch Solutions destaca el déficit de suministro y la creciente adopción de la energía verde como factores clave en el auge del precio del cobre. El dinamismo de la demanda, combinado con la proyectada caída del dólar estadounidense, configuran un escenario propicio para un marcado incremento en el valor del metal rojo.
Goldman Sachs respalda esta perspectiva, subrayando un déficit previsto de más de medio millón de toneladas para 2024, proyectando un precio de 10.000 USD por tonelada. Además, anticipan que el cobre alcanzará una asombrosa marca de 15.000 USD por tonelada en 2025, marcando un hito significativo.
El impulso hacia la energía verde desempeñará un papel crucial en este incremento, ya que más de 60 países planean triplicar la capacidad mundial de energía renovable para 2030. Citibank estima un crecimiento de la demanda de cobre en 4,2 millones de toneladas, llevando el precio a alturas nunca antes vistas desde el récord alcanzado en marzo de 2023.
El cobre, esencial en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, infraestructuras de redes y turbinas eólicas, se posiciona como un elemento clave en la revolución verde. Este pronóstico refleja su protagonismo en la transición hacia un futuro más sostenible y su papel crucial en el crecimiento continuo de la demanda en diversas industrias.
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