En el marco de la Convención Internacional de Minería celebrada en Acapulco, la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) otorgó a Elizabeth Araux Sánchez el Premio Nacional de Educación en Ciencias de la Tierra 2025, un reconocimiento que enaltece sus más de 38 años dedicados a la docencia, la investigación y la divulgación de las Ciencias de la Tierra. Para la académica, este galardón representa no solo la culminación de una trayectoria, sino también un paso firme hacia la visibilización de las mujeres en un sector históricamente dominado por hombres.
La distinción marcó un momento significativo para la docente y divulgadora, quien ha impulsado la formación de ingenieros, el fortalecimiento de proyectos académicos y la difusión de la geología y la minería entre nuevas generaciones. El premio, entregado por la AIMMGM —la organización de profesionistas de Ciencias de la Tierra más importante del país— simboliza para ella el valor del trabajo constante y la presencia creciente de mujeres que han defendido su espacio en esta industria.
Al escuchar su nombre durante la ceremonia, confiesa que la invadió una mezcla de emoción y gratitud. “Este premio enaltece mi servicio a la docencia y a la formación profesional”, expresó, convencida de que la educación es un pilar esencial para el desarrollo del sector minero en México.
Una carrera guiada por el asombro
Araux recuerda con claridad el instante en el que confirmó que había elegido el camino correcto: durante una práctica en la materia de Paleontología, mientras clasificaba fósiles que habían existido millones de años atrás. Ese primer encuentro con la historia geológica del planeta despertó una vocación que se consolidaría años después en el aula.
A lo largo de su vida académica impartió materias clave para los ingenieros de minas —Mineralogía, Petrología y Yacimientos Minerales— y elaboró textos y manuales que facilitaron el aprendizaje de generaciones completas. Sin embargo, uno de sus mayores orgullos es haber impulsado FAMA (Fortalecimiento a la Minería Artesanal), un proyecto alineado a la Agenda 2030 de la ONU que ha permitido a estudiantes titularse y a pequeños mineros acceder a apoyo técnico en condiciones justas.
Construir oportunidades desde la academia
Su paso por la administración universitaria dejó huellas duraderas. Participó en la creación de un edificio para la Escuela de Minas, promovió la renovación de los planes de estudio, fortaleció las prácticas profesionales y gestionó intercambios nacionales e internacionales que ampliaron el horizonte de los estudiantes.
Para Araux, estas experiencias fuera del aula son indispensables. Preparan a los jóvenes para desempeñarse en un sector que exige actualización constante, resiliencia y capacidad para trabajar en entornos naturales y, muchas veces, alejados de los centros urbanos.
La transformación digital, una oportunidad que no puede esperar
Durante los últimos años, ha observado un cambio profundo en la formación de profesionistas de Ciencias de la Tierra: la incorporación de software especializado y herramientas digitales. Para ella, este avance abre puertas que la educación no debe desaprovechar.
Subraya además que nuevas áreas deben cobrar un papel central: la gestión del agua, la sostenibilidad, la seguridad y el trabajo con comunidades. Todos estos elementos, afirma, son parte del futuro inmediato del sector.
El aula no desaparece: se transforma
Aunque se retiró formalmente de la docencia en 2022, Araux continúa acompañando a tesistas y dedicándose al proyecto que más alegrías le ha dado: el Pabellón Minero Infantil, una iniciativa que ha acercado el conocimiento de la minería a más de 32,000 niñas y niños en México. Con este programa itinerante, busca sembrar curiosidad y derribar prejuicios sobre una industria indispensable para la vida moderna.
Su relación con los estudiantes siempre estuvo marcada por el respeto, la claridad y la ética. Por ello, reencontrarse con egresados que hoy ocupan cargos estratégicos es, para ella, una de las mayores recompensas de su carrera.
AIMMGM: Un puente entre estudiantes y profesionales
Como integrante del Comité Directivo Local del Distrito Sonora de la AIMMGM desde el año 2000, Araux ha sido testigo y protagonista del fortalecimiento del vínculo entre la asociación y la comunidad estudiantil.
Ha impulsado el crecimiento del número de becas otorgadas y apoyó la creación de un comité estudiantil que hoy gestiona conferencias, cursos y actividades académicas con una participación activa de jóvenes de distintas universidades.
Mirar hacia adelante: entre preocupaciones y esperanza
Araux observa con inquietud la desinformación que aún rodea a la minería y teme que esto limite el desarrollo de un sector crucial para el país, especialmente en un momento en el que los minerales son esenciales para la transición energética.
Aun así, se declara optimista. Confía en que la ciencia y la industria sabrán convertir los retos en oportunidades.
Su mensaje para las jóvenes interesadas en estudiar geociencias es directo:
“Aquí está el inicio de toda industria. Hay oportunidades reales, salarios dignos y un sector que valora la lucha por la equidad y la sostenibilidad”.
Un legado que trasciende
Si pudiera volver al inicio de su carrera, se diría a sí misma que confiara más en sus capacidades. Hoy, mira hacia el futuro con la intención de consolidar una sede permanente del Pabellón Minero Infantil en Sonora y continuar llevándolo por todo el país.
Su aspiración es que cada estudiante que pasó por sus clases haya llevado consigo no solo conocimientos técnicos, sino también un ejemplo de ética, responsabilidad y actitud positiva. Ese, asegura, sería el mejor legado.
¿Comentarios?
Déjanos tu opinión.