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Raúl Morones* En la búsqueda de soluciones para la mejora del desempeño empresarial se han experimentado, desarrollado, probado y aplicado innumerables modelos, muchos de los cuales han sido resultado de

Última Publicación El cobre: el mineral que da brillo a la Navidad por Editorial public

Raúl Morones*
En la búsqueda de soluciones para la mejora del desempeño empresarial se han experimentado, desarrollado, probado y aplicado innumerables modelos, muchos de los cuales han sido resultado de procesos anteriores, es decir, se han escalado. Otros, han sido inspirados en sistemas naturales, acontecimientos especiales y algunos otros han sido totalmente innovadores.
Hay que recordar los clásicos estudios de tiempos y movimientos, el concepto de inspección de la calidad al final de la línea y más recientemente el justo a tiempo, calidad total y en la actualidad la norma ISO-9001 que es el referente más aceptado en el mundo para la planificación, el control, el aseguramiento y la mejora de la calidad orientada a la satisfacción del cliente.
Sin embargo, todos los modelos tienen como característica común, la combinación INTELIGENTE de recursos de cualquier clase, expresada en prácticas que convertidas en sistemas, determinan la capacidad de generar riqueza, entendida ésta además de los beneficios económicos, como innovación, satisfacción de accionistas, colaboradores, clientes, proveedores, aliados, y sociedad.
Pero si se trata es desarrollar INTELIGENCIA EMPRESARIAL para generar cada vez más riqueza, lo lógico es acudir al ��lugar�� donde se crea, recordando la manera en que funciona el cerebro humano. Es decir, reconocer y relacionar las habilidades naturales de esta maravilla, con lo que hacemos las empresas. Aunque la teoría del cerebro dual ya ha sido superada, la base es la siguiente; tenemos dos lóbulos a cada lado.
Lado izquierdo
Es ahí donde se contienen las habilidades que hacen posible la interacción con el mundo a través de la palabra y los datos, es la parte lógica, organizada y analítica del ser humano. Es aquí donde reside la objetividad y la disciplina, esa capacidad de comprender, aceptar y respetar las reglas de un sistema. Es por lo tanto, el lado que con su ejercicio, nos da la capacidad adulta de ser prudentes y juiciosos.
Lado derecho
Se manifiesta a través de la imaginación y de la fantasía, por tanto, ahí se desencadena la creatividad, la pasión y la genialidad, es el lado impulsivo y a la vez intuitivo que hace ver o prever lo que aún no existe, pero que diseña algo en lo que se creé y que aporta inspiración y genera proyectos, metas y objetivos que hacen superar los límites propios y también los ajenos.
Parece simple reconocer estas lecciones quizás recibidas ya en diferentes momentos y de distinta manera, pero que cada vez asombra más pensar en que aquí reside todo y que en tanto lo queramos, lo podemos conseguir si combinamos de manera balanceada estas dos pequeñísimas listas de habilidades que todos tenemos latente o en algún grado desarrolladas, para nuestro beneficio y el de los demás.
Por esa razón también conviene tener en cuenta que una empresa tiene tantos cerebros como colaboradores y que todos poseén estas habilidades que si como ya se dijo, se combinan bien, pueden generar un gran poder interno que es capaz de superar cualquier obstáculo, pues lo que sucede a la empresa en el mercado, es tan sólo una expresión de lo que sucede al interior de esa misma empresa.
Así que si quiere optimizar, escalar o globalizar su empresa, le recomendamos que inicie por reconocer las prácticas que sigue de modo sistemático. O sea, revise si usa bien el lado izquierdo estableciendo una buena comunicación, definiendo sus indicadores de desempeño o implantando los controles suficientes en todas las áreas y departamentos.
Ahora bien, si se trata de crear un ambiente propicio para competir, le recomendamos verificar que el ambiente de trabajo sea significativo, inspirador y altamente creativo, como para que cada colaborador trabaje con compromiso y satisfacción por lo que hace, sintiéndose orgulloso por el resultado de su trabajo y el beneficio generado con imaginación y fantasía.
Utilice el lado izquierdo de su cerebro empresarial, definiendo normas de conducta formales, estableciendo indicadores de desempeño, implantando controles y estándares de calidad medibles y verificables en cualquier momento, con base en los registros que se generan al mismo tiempo que se desarrolla la operación, asegurando que se cumplen y que se obtienen los resultados esperados.
Utilice el lado derecho de su cerebro empresarial, declarando por escrito hacia dónde se dirige su empresa, cómo se propone lograrlo y qué rasgos de comportamiento son indiscutibles para que los colaboradores cooperen de manera coordinada y respetuosa de de las funciones específicas y de los niveles de autoridad. Y no olvide crear condiciones para la aportación de ideas y aumentar significados y reconocimientos.
Las empresa que equilibran su desempeño con base en estas prácticas suelen ser muy exitosas y hay casos ejemplares que habría recomendar como referencia de esas buenas prácticas. Es el caso de Microsoft o Dell por mencionar algunas extranjeras, así como las mexicanas Cemex, Bimbo, Plantronics, o muchas otras que demuestran sus logros en testimoniados por sus colaboradores como el mejor lugar para trabajar.
No es suficiente saber mucho. Lo más importante es materializar lo que se sabe.
�Si no, de qué sirve el conocimiento si no aporta una mejor calidad de vida?
Más información en:
www.empresa-total.com [email protected]
*Consultor en Calidad ISO, certificado por el Colegio de Graduados en Alta Dirección en temas de excelencia empresarial y por otras instituciones nacionales de consultoría como CRECE, COMPITE y NAFIN.
Certificado por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) en temas de ISO-9001 y por otras instituciones internacionales como Urban Strategy de España, AOTS de Japón, así como Notre Dame y Harvard de USA.

Leonel Roberto Perea Trejo

Publicado hace 10 años

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