Epiroc avanza en la agenda verde: EcoVadis le otorga Medalla de Oro



La sostenibilidad dejó de ser una promesa para convertirse en una exigencia empresarial. En ese contexto, la sueca Epiroc AB, proveedora de equipos y soluciones para minería e infraestructura, dio un paso firme al obtener la Medalla de Oro de EcoVadis, reconocimiento que la coloca en el reducido grupo del 5 % de empresas con mejor desempeño en responsabilidad social y ambiental a nivel mundial.

El salto no es menor: en 2023 la compañía apenas alcanzaba la Medalla de Plata. Dos años después, los avances en reducción de emisiones, prácticas éticas y compras responsables le permitieron escalar posiciones en la evaluación que cada año realiza EcoVadis a más de 150 000 compañías.

Más que un distintivo

La directora general de Epiroc, Helena Hedblom, subrayó que la distinción refleja la convicción de integrar la sostenibilidad en cada parte de la organización. “No es una estrategia aislada, sino una forma de innovar y de relacionarnos con nuestros colaboradores, clientes y proveedores”, sostuvo.

Los pilares que impulsaron la mejora abarcan desde la descarbonización de operaciones hasta la creación de entornos laborales inclusivos, pasando por la aplicación de estándares éticos más estrictos en su cadena de valor.

Objetivos con horizonte 2030

La empresa mantiene metas ambiciosas: reducir a la mitad sus emisiones de CO₂ en esta década, un compromiso avalado por la iniciativa internacional Science Based Targets, que busca alinear los esfuerzos corporativos con los objetivos del Acuerdo de París.

Reconocimientos que trascienden fronteras

A la Medalla de Oro de EcoVadis se suma la inclusión de Epiroc, por segundo año consecutivo, en la lista de las empresas más sostenibles del mundo elaborada por la revista TIME, lo que refuerza la proyección global de la compañía en temas de sustentabilidad.

Una señal para la industria minera

La obtención de este galardón envía un mensaje claro: la minería puede y debe avanzar hacia modelos más responsables. Para países como México, donde la actividad extractiva es un motor económico clave, la experiencia de Epiroc abre la puerta a nuevas prácticas que combinan competitividad con respeto al medio ambiente y a las comunidades.