Los precios del oro experimentaron una notable caída este lunes, ante la anticipación de nuevos datos sobre la inflación en Estados Unidos que podrían influir en las decisiones futuras de la Reserva Federal respecto a las tasas de interés. El oro al contado descendió un 0,7%, ubicándose en 2,344.53 dólares por onza, después de haber alcanzado el viernes su punto más alto desde el 22 de abril. Por su parte, los futuros del oro en EE.UU. también retrocedieron cerca de un 1%, a 2,350.80 dólares.
La volatilidad en el mercado del oro se atribuye en parte a la toma de beneficios antes de que se publiquen importantes datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) esta semana. "Probablemente la toma de beneficios antes de los importantes datos del IPC de esta semana está pesando hoy sobre los precios del oro. Para que el precio del oro siga subiendo es necesario que haya una clara desaceleración de la inflación", explicó Giovanni Staunovo, analista de UBS.
Los inversores se mantienen a la expectativa de los informes que serán liberados el martes y miércoles próximos, correspondientes al Índice de Precios a la Producción (IPP) y al IPC, respectivamente. Según las proyecciones recogidas por un sondeo de Reuters, se espera que los precios al consumo hayan aumentado un 0,3% en abril, lo que representaría una disminución respecto al 0,4% registrado en marzo y situaría la tasa anual en 3,6%.
Esta expectativa se fortalece tras los datos laborales débiles de la semana pasada en Estados Unidos, los cuales apoyaron las expectativas de una posible reducción de las tasas de interés en el transcurso del año. De acuerdo con la herramienta FedWatch de CME, existe una probabilidad del 63% de que se realice un recorte en septiembre. Cabe destacar que tasas de interés más bajas pueden reducir el costo de oportunidad de poseer oro, un activo que no genera intereses.
En cuanto a otros metales preciosos, la plata registró un incremento del 0,4%, cotizando a 28.27 dólares la onza. El platino y el paladio también vieron mejoras, subiendo un 0,9% a 1,002.65 dólares y un 0,5% a 982.75 dólares, respectivamente.
La situación de los metales preciosos sigue siendo un indicativo clave de la percepción económica global, y los próximos días serán cruciales para entender la dirección que tomarán las políticas monetarias de Estados Unidos y su impacto en los mercados financieros.
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