Es difícil imaginar un mundo sin cobre. Dependemos del cobre para la energía eléctrica, la iluminación, la calefacción, las comunicaciones, el suministro de agua y el transporte. El cobre hace que nuestros hogares, escuelas y negocios sean eficientes y cómodos, y además dura muchos años.
El cobre tiene una notable combinación de propiedades. Es un buen conductor térmico y eléctrico. Es dúctil y puede prevenir la proliferación de bacterias.
Como con todos los recursos mundiales, las reservas de cobre de la tierra son limitadas. El cobre se recicla desde que se extrajo por primera vez. Actualmente, más del 40% de la demanda europea se satisface con cobre reciclado, conservando los recursos de la tierra.
El cobre es muy apropiado para el reciclaje porque se puede volver a refundir una y otra vez sin que pierda propiedades. Por ejemplo, las tuberías de fontanería de cobre, los grifos y los radiadores de los coches son una fuente importante de cobre reciclado después de muchos años de uso. Todos ellos se pueden fundir y convertir en nuevos productos.
En la naturaleza, los metales normalmente se encuentran en compuestos (normalmente combinados con oxígeno o azufre). Estos compuestos están mezclados en rocas o minerales llamados menas.
Una mena es un mineral que contiene suficiente metal como para que merezca la pena que el metal sea extraído. Las principales menas del cobre son: calcopirita, bornita y malaquita.
Alrededor de un 50% del cobre mundial procede de la calcopirita y la bornita.
Los metales se encuentran en menas enterradas en la corteza terrestre. Entonces, ¿cómo llegamos al metal final? Hay tres fases principales: minería, extracción y purificación.
Vamos a tratar cada una de estas etapas con más detalle.
Minería
El mineral del cobre debe ser extraído del suelo. La mena contiene algo de mineral de cobre y un montón de roca de desecho.
Extracción
Un mineral debe ser transformado químicamente en metal. Ese proceso se llama reducción. La forma en que se haga y su coste dependen de la reactividad del metal. En general, cuanto más reactivo es el metal, más difícil es extraerlo de su mineral.
Purificación
Muchos metales son impuros cuando se extraen de sus minerales. Las impurezas se tienen que eliminar. El cobre se purifica mediante electrólisis. En este proceso el cobre es transferido desde un ánodo impuro hasta un cátodo de una celda electrolítica. Las impurezas insolubles se decantan en el fondo. El cobre producido mediante este proceso es puro en un 99,99%.
Fuente: copperalliance.es
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