En un contexto en el que Argentina busca recuperar protagonismo en la producción de metales estratégicos, Glencore anunció que volverá a poner en marcha la mina de cobre Alumbrera, uno de los proyectos más emblemáticos de Catamarca. La operación había sido suspendida en 2018, tras casi dos décadas de actividad continua.
La decisión, confirmada por la compañía, marca un giro relevante para la industria. No solo porque representa la reactivación de un yacimiento históricamente importante, sino porque llega en un momento en el que el cobre se ha convertido en un mineral clave para la transición energética global.
Un escenario que vuelve a ser favorable
Fuentes vinculadas al sector explican que la reapertura responde a una combinación de factores: mejores condiciones fiscales para las inversiones, un repunte en los precios internacionales del cobre y del oro, y un renovado interés por parte de los grandes grupos mineros en asegurar oferta futura. En este caso, el relanzamiento de Alumbrera se inscribe en una estrategia más amplia que Glencore impulsa en el país, donde también participa en proyectos de gran escala como MARA y El Pachón.
Producción y horizonte operativo
La compañía estima que, una vez completados los trabajos de reactivación, la mina podrá operar durante cuatro años más. En ese período, se proyecta la producción de aproximadamente 75 mil toneladas de cobre, más de 300 mil onzas de oro y cerca de mil toneladas de molibdeno. Volúmenes que permitirían, nuevamente, posicionar a la provincia como uno de los polos productivos más relevantes de la región.
Un impacto que trasciende la minería
Más allá de las cifras, la noticia genera expectativas en las comunidades cercanas, donde la actividad minera representa empleo, infraestructura y dinamismo económico. Sin embargo, también plantea desafíos. La empresa deberá avanzar en los procesos de permisos ambientales, acuerdos sociales y actualización de infraestructura para garantizar que la operación responda a los estándares actuales de sostenibilidad.
Especialistas del sector señalan que el éxito de esta nueva etapa dependerá, en gran medida, de la capacidad de articular con las autoridades provinciales y nacionales, así como de mantener un diálogo transparente con la población local.
Un nuevo capítulo para el cobre argentino
La vuelta de Alumbrera coincide con un escenario internacional en el que la demanda de cobre continúa creciendo, impulsada por la electrificación, la movilidad sostenible y la expansión de las energías renovables. Para Argentina, la reactivación no solo significa la recuperación de un proyecto histórico, sino la posibilidad de aprovechar una ventana de oportunidad que podría redefinir su rol en el mercado global de metales.
En definitiva, lo que ocurre en Catamarca no es simplemente la reapertura de una mina: es el inicio de un camino que podría reordenar el mapa minero del país y abrir una etapa de mayor competitividad para la región.
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