La cultura, el deporte y el progreso del pueblo no se detiene velardeña
Cuatro y media de la tarde, el entrenamiento de la Academia Santos Peñoles estaba a punto de iniciar. Pocos minutos antes el cielo se pintó de gris, pero eso no representó una excusa para detener la clase del viernes. Los niños se pusieron la camisa de su equipo con entrega, la lluvia no los espantó. "Santos Peñoles Velardeña", se escuchó por todo el pueblo antes de iniciar el calentamiento. Fue un momento en el que la felicidad podía respirarse y el olor a tierra mojada también.
A 80 kilómetros de Gómez Palacio, Durango, se encuentra Velardeña, un pueblo que siempre se dedicó a la minería y que hace 10 años pasó por una crisis económica debido al cierre de la empresa en la que los habitantes laboraban. Hoy la comunidad luce diferente, la sonrisa de su gente delata que la situación ha cambiado.
En 2013, Industrias Peñoles comenzó a operar ahí tras construir una planta de zinc con una inversión de aproximadamente 230 millones de dólares. Desde entonces, la presencia de la empresa minera ha favorecido el progreso de la comunidad y la calidad de vida claramente ha cambiado.
VELARDEÑA TIENE POTENCIAL
Uno de los lugares predilectos de muchos velardeños es el Centro Integral de Formación Humana (CIFH); ahí se imparten talleres de belleza, cocina, dibujo, guitarra, box, clases especiales para señoras de la tercera edad y hasta zumba.
Aquel viernes, el CIFH abría sus puertas a las cuatro de la tarde, pero afuera estaban personas que habían llegado con 30 minutos de anticipación. En dicha hora comenzaban las clases para las señoras de la tercera edad, el único taller con varias actividades como pintura, tejido y manualidades. "Aquí nos enseñan de todo", dijo una de las alumnas.
Mientras llegaba la maestra, las integrantes del club jugaban a la lotería para distraerse; eran expertas, jugaban hasta con más de tres cartas al mismo tiempo. Entre ellas se encontraba doña Amelia Guzmán, o mejor conocida como "la quinceañera" del grupo, ella nació en Velardeña en 1947 y ha sido testigo de la evolución de su tierra. "Aquí nací y aquí me voy a morir porque quiero mucho a mi pueblo. Me han llevado a Chihuahua y a Monterrey pero no duró más de 15 días", mencionó mientras colocaba una piedra en sus cartas.
Al igual que doña Amelia, las integrantes del club expresaron su satisfacción con el progreso del pueblo, y también manifestaron que gracias a los talleres del CIFH, la convivencia social entre la comunidad ha mejorado.
En Velardeña se respira talento. Claudia Alvarado, coordinadora del CIFH, indicó que este proyecto, además de beneficiar a más de 150 personas, ha sido testigo del potencial de sus asistentes.
Algunos alumnos han representado a su comunidad en distintas competencias, donde han obtenido los primeros lugares. "Da orgullo, todo eso indica que vamos bien", dijo la coordinadora.
Las actividades recreativas que se realizan en Velardeña fueron escogidas a través de una encuesta donde el pueblo votó por sus favoritas, uno de los resultados con mayor auge fue el futbol; por eso la empresa minera inauguró hace tres años la Academia Santos Peñoles, dirigida a menores de primaria y secundaria. Actualmente tiene más de 80 niños y el principal requisito para formar parte del equipo es ir a la escuela.
En aquella cancha de 98 por 65 metros, los niños de la comunidad han vivido experiencias inolvidables, todas llenas de enseñanzas que les servirán en el futuro. Roberto Castro, coordinador de la academia, dijo que este proyecto ha ayudado a que los niños se esfuercen más en sus escuelas, y por ende, a que su mentalidad sea más amplia.
"La academia es una vertiente en la mentalidad de los niños de Velardeña porque les muestra a que se exijan a sí mismos. La exigencia y la preparación son pilares fundamentales para tener éxito en la vida. El cambio de mentalidad hará adultos más responsables, saludables y preparados para obtener una mejor calidad de vida", enfatizó mientras recibía a los alumnos.
Además de enseñar los mejores trucos que exige el futbol, en la academia fomentan valores y se realizan juntas mensuales con los padres de familia para mostrar el avance académico y deportivo del niño. Martín Vargas, alumno de ahí, dijo que desde que está en el equipo su promedio nunca ha sido menor de ocho.
LOS PROYECTOS CONTINÚAN
Según Moisés Galindo, presidente de la junta municipal, antes las calles de Velardeña se encontraban en condiciones inestables, al igual que su iglesia, plaza, parques y canchas. Ahora, tras la rehabilitación de estos espacios públicos, los habitantes disfrutan de una infraestructura cómoda, limpia y con una apariencia diferente.
Una de las obras que marcó la diferencia en Velardeña fue la "pavimentación Las Playas", trabajo supervisado por el ingeniero civil, Víctor Ramírez, quien con la utilización de concreto premezclado y la ayuda de 20 trabajadores, coordinó la pavimentación de cuatro mil metros de algunas calles del pueblo.
Velardeña también cuenta con un puente peatonal, un campo de béisbol, un centro médico pequeño y varios comedores. Es un proceso constante y los esfuerzos cada vez se reflejan más en la comunidad y en cada rincón del pueblo.
Fuente: elsiglodetorreon.com.mx
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