La Fundación Santa Bárbara se reinventa con una oferta formativa más allá de la minería
Renovarse o morir. Una expresión de la que ha tomado buena nota la Fundación Santa Bárbara desde que empezara a dar sus primeros pasos hace ya más de 25 años, vinculada entonces exclusivamente a la formación de trabajadores para la minería de carbón. La crisis del sector minero ha forzado su evolución, optando por reinventarse con una diversificación de su actividad para convertirse hoy en día en el principal centro de formación profesional en industrias extractivas a nivel nacional, tanto en explotaciones de interior como en cielo abierto, además de fijarse en las energías renovables y sus instalaciones ser ��únicas�� para la capacitación de bomberos y miembros de cuerpos de emergencia y protección civil en materia de incendios en túneles.
Y es que en los últimos años la Fundación Santa Bárbara ha formado a más de 7.000 alumnos, según destaca su director general, Manuel Álvarez. ��Tenemos unos 800 alumnos formados cada año, de ellos unos 350 son alumnos de formación para el empleo, cuyo principal objetivo es que se puedan insertar laboralmente y contamos con un 46 por ciento de inserción, es decir, prácticamente de cada dos alumnos formados, uno encuentra empleo al finalizar��, explica. Un porcentaje de inserción muy importante para este tiempo de crisis y gracias a su capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado, reorientando el uso de sus instalaciones para formar a profesionales más versátiles, que tanto pueden trabajar en una explotación de minería de carbón o metálica como en las obras del metro de Londres.
La Fundación Santa Bárbara nació a finales de los años 80, ante la necesidad de una mayor profesionalidad entre los trabajadores de la minería de carbón, entonces ��un sector muy importante con muchos empleados en la provincia de León��. Álvarez apunta que había dos problemas fundamentales, ya que ��no había gente cualificada para un trabajo minero que requería a personas muy cualificadas�� y se registraban ��demasiados accidentes laborales por esa falta de formación adecuada��. La Junta de Castilla y León y el Instituto Nacional de Empleo (Inem) decidieron poner solución con una formación específica que cubriese esos aspectos y nació así la fundación y su buque insignia, la Mina Escuela, entre Folgoso de la Ribera y Torre del Bierzo, gracias a la cesión de unas concesiones mineras del empresario Manuel Lamelas Viloria.
��Inicialmente la formación se dedicaba exclusivamente a minería de carbón, sobre cómo picar carbón o entibar galerías��, cuenta Manuel Álvarez, que puntualiza que, con el retroceso de ese sector minero y viendo las posibilidades que tenía la Fundación Santa Bárbara, ��se fueron implementando diferentes áreas y se empezaron a tocar más materias��. Así, ya en el año 1991 surgió el área de movimientos de tierra y se empezó a construir un cielo abierto dentro de sus instalaciones, a lo que se sumaron los cursos de maquinaria pesada, los cursos de energías renovables o de mecánica. ��Actividades relacionadas con el sector energético y minero, que a la vez complementábamos con las otras actividades dentro del sector de la minería de carbón��, añade.
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Fuente: www.infobierzo.com