La minería bien hecha en Colombia, sí es posible
La minería legal paga impuestos y contribuye al 2,1 por ciento del PIB. Solo en regalías ha aportado unos $10 billones en los últimos cinco años.
No existen comunidades en contra de la minería, sino desinformadas acerca de lo que es realmente la minería bien hecha. Sociedades que, por efecto del impacto mediático de un activismo político radical en contra de la minería formal, confunden la explotación ilícita de minerales con la minería legal.
Por ello, empecemos por definir qué es minería bien hecha. Es una actividad productiva que cuenta con título minero y licencia ambiental. En Colombia, existen 8.866 títulos mineros vigentes, que representan solo el 3,8 por ciento del territorio nacional; de estos, 1.127 está en etapa de exploración, en una actividad que, de cada mil prospectos, cien se convierten en proyectos y solo uno en mina.
La minería legal paga impuestos y contribuye al 2,1 por ciento del PIB. Solo en regalías ha aportado cerca de 10 billones de pesos en los últimos cinco años. Gracias a estos recursos, hemos podido financiar la formación de 3.263 profesionales, la inversión en 748 instituciones educativas, el mejoramiento de las condiciones de saneamiento básico y acceso a agua potable de 10 millones de colombianos, la construcción de 50.047 km. de vías, 95 mil viviendas, 1.702 sedes recreo deportivas y 271 entidades de salud.
También genera cerca de 1’750.000 empleos, entre directos e indirectos, y los empleados cuentan con altos estándares de seguridad social e industrial. La minería formal no usa mercurio en sus procesos y realiza un cierre que busca reducir y mitigar los impactos en el área utilizada, dejar un ambiente adecuado y recuperar el paisaje intervenido.
La minería formal está regulada y fiscalizada; las autoridades minera y ambientales, el Ministerio de Trabajo, la Dian, la Contraloría, la Procuraduría, autoridades territoriales e incluso las comunidades, vigilan cada paso de esta actividad. En este sentido, la minería bien hecha genera desarrollo económico, social y ambiental y esta es la única minería que promovemos desde el Gobierno Nacional. Ahora bien, la que llaman ‘minería ilegal’, pero que en realidad se denomina explotación ilícita de minerales, no es la minería que queremos y mucho menos la que defendemos. Por el contrario, junto con Ministerio de Defensa Nacional combatimos esta actividad ilegal, que destruye y contamina el medioambiente y atenta contra la vida de los mineros que la realizan.
Es ahí donde nace la desinformación. Hemos cometido el grave error de meter esta actividad ilegal en la misma bolsa de la minería legal. Por esta razón, se ha distorsionado la imagen de la minería formal. Entonces, si lo analizamos, la pregunta no es si queremos o no minería en nuestros territorios, sino ¿qué tipo de minería queremos en nuestras regiones?
Alcaldes, comunidades, desde el Gobierno Nacional decidimos no hacer minería en zonas ambientales estratégicas. Existen zonas sagradas como los páramos o humedales, donde no se permite hacer minería legal. Por otro lado, hay áreas donde sí es posible desarrollar esta actividad, y es en este punto donde todos debemos ponernos de acuerdo para su adecuado desarrollo. No le cerremos la puerta a la minería bien hecha en Colombia, es un gran jalonador del progreso social, económico y ambiental para nuestro país y aporta a la construcción de una verdadera paz estable y duradera. ¡La minería bien hecha, sí es posible!
Fuente: portafolio.co