Un estudio de la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE) revela que Latinoamérica y el Caribe necesitarán duplicar la producción de cobre en los próximos veinte años para abastecer la creciente demanda mundial y cumplir con la meta global de cero emisiones netas de carbono para 2050.
La región también deberá multiplicar por diez la producción de litio, otro mineral crítico para la transición energética. Actualmente, Latinoamérica aporta el 45% de la producción mundial de cobre y el 29% de la producción global de litio.
Chile lidera como el principal productor mundial de cobre, seguido por Perú y México, mientras que Brasil se encuentra en el primer lugar en producción de hierro. La transición hacia la energía verde, junto con la creciente demanda mundial, impulsa la necesidad de aumentar la producción de estos minerales críticos.
El consultor en industrias extractivas, Gastón Siroit, destaca que Latinoamérica tiene la oportunidad de convertirse en un actor clave en la producción de metales críticos a medida que China, actualmente líder en la refinación, descentraliza su capacidad debido a las restricciones ambientales.
El estudio de OLADE subraya la importancia de desarrollar políticas conjuntas que integren la minería en los territorios sin desplazar comunidades ni afectar el ecosistema. También destaca la necesidad de reducir el uso de combustibles fósiles, minimizar los impactos adversos en la biodiversidad y garantizar la redistribución justa de los ingresos por regalías mineras.
La región enfrenta el desafío de mejorar el acceso al financiamiento para la actividad minera, conectar las zonas mineras con corredores exportadores, reducir plazos administrativos y luchar contra la corrupción. OLADE también propone desarrollar encadenamientos productivos en las zonas mineras para crear nuevas economías y oportunidades.
El secretario ejecutivo de OLADE, Andrés Rebolledo, destaca el papel estratégico de América Latina y el Caribe en la transformación del sector energético global y la relevancia crítica de los minerales en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
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