México, Canadá y Alemania aumentaron sus exportaciones de productos de acero a Estados Unidos en el primer semestre del 2018, mientras que el resto de los principales proveedores externos a ese mercado registró un descenso en sus ventas, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio estadounidense.
Las exportaciones mexicanas de estas mercancías a Estados Unidos escalaron a una tasa interanual de 12.1%, para llegar a 1 millón 784,000 toneladas; mientras que las de Canadá alcanzaron 3 millones 240,000 toneladas, un aumento de 11.2 por ciento.
A partir del 23 de marzo, el gobierno del presidente Donald Trump aplica aranceles de 25% y 10%, respectivamente, sobre ciertas importaciones de acero y aluminio de todos los países, con ciertas excepciones. Un día antes, Trump proclamó una exención temporal para la Unión Europea de las tarifas hasta el 1 de mayo de 2018. Además, Canadá y México también quedaron exentos, pero la concesión a estos tres proveedores concluyó el 31 de mayo. En cambio, Argentina, Brasil, Australia y Corea del Sur lograron la exclusión permanente.
En la primera mitad del 2018, Estados Unidos importó 16 millones 206,000 toneladas, una baja de 9.3%, a tasa anual. Alemania, el principal proveedor europeo, también aprovechó la excepción temporal de las tarifas, dado que sus ventas subieron 6.2%, a 636,000 toneladas. El resto de los mayores suministradores de acero presentaron tasas interanuales negativas: Turquía (-56%), Brasil (-23.4%), Japón (-14.1%), Rusia (-12%) y Corea del Sur (-9.7 por ciento).
En términos de valor, las exportaciones mexicanas en este segmento a Estados Unidos fueron por 1,513 millones de dólares, un avance de 22.6 por ciento.
Según la Federación de Industrias de Alemania, los aranceles al acero y al aluminio -como el mayor uso de instrumentos de protección de la política comercial por parte de Estados Unidos- son la expresión de un cambio de paradigma en la política comercial estadounidense, que también se refleja en la nueva Agenda de Política Comercial de Estados Unidos, publicada el 28 de febrero de 2018.
La agenda concede máxima prioridad a los intereses nacionales de Estados Unidos. La administración Trump destaca el estrecho vínculo existente entre el comercio y la seguridad nacional, así como la intención de Estados Unidos de responder de manera agresiva a la política comercial de China. Además, se formulan severas críticas a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En 2017, las importaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio cubiertos por las tarifas de la Sección 232 ascendieron a 29,000 millones y 17,400 millones de dólares, respectivamente. Durante la última década, las importaciones de acero, por valor, han fluctuado significativamente, mientras que las importaciones de aluminio han aumentado constantemente. Se esperaría que los aranceles beneficiarán a las industrias nacionales de acero y aluminio, lo que conduciría a una posible expansión de la producción en esos sectores; al mismo tiempo, afectarían potencial y negativamente a los consumidores y las industrias domésticas posteriores a través de mayores costos.
Fuente: El Economista
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