México promueve una nueva actividad minera
En el territorio de San Agustín Tetlama, poblado indígena de Temixco, hay pobreza, analfabetismo, falta de trabajo, pero también hay oro y plata, y desde hace unos 10 años la empresa canadiense Alamos Gold impulsa el proyecto minero Esperanza.
A través de su subsidiaria Esperanza Silver de México, adquirió las concesiones y reforzó su convenio de ocupación temporal de las parcelas, con los comuneros de la comunidad de San Agustín Tetlama, en el municipio morelense de Temixco.
La presencia de Esperanza Silver de México y la expectativa sobre el inicio de sus trabajos para explotar la mina, avivó en la iniciativa privada la confianza de reactivar la economía en Morelos y sobre todo amortiguar el impacto negativo que provocará el cierre de la planta productiva 1 de Nissan, con más de 500 desempleados, programada para los últimos días de este mes de enero.
Para el presidente del Comisariado de Bienes Comunales en Tetlama, Leobardo Espíndola Miranda, la mina representa la ilusión de mejorar las condiciones de vida de poco más de 2 mil habitantes, y también de sus alrededores. “Queremos un empleo y algo mejor que ofrecer a nuestras familias”, dice el jefe comunal.
El plan minero es apoyado por cúpulas empresariales como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) y la Asociación de Industriales y Empresarios de Morelos (ADIEM), cuyos dirigentes Antonio Sánchez, Iván Elizondo y Javier Porras, respectivamente, coinciden: toda inversión que cumpla estrictamente con la ley debe ser bienvenida al estado, para poder superar el enorme rezago en infraestructura y desarrollo que afronta Morelos.
“Urge fortalecer el mercado interno, generar empleos bien pagados y dar certidumbre para la inversión”, rubrica el vicepresidente de la ADIEM, Luis Enrique Rodríguez.
La empresa minera, dice Ricardo Sierra Oteiza, vocero de Esperanza Silver de México, cumple con los requerimientos federales, pero busca de forma prioritaria la “licencia social” y por eso cada trámite se hace con el acompañamiento de la representación comunal.
“En esta lógica de construcción del proyecto técnico nos hemos alineados a los objetivos del desarrollo sustentable de la ONU con un proyecto muy claro en materia social, económica, cultural porque estamos muy cerca de la zona arqueológica de Xochicalco; y transparente en materia ambiental porque los temas sustantivos de agua, aire, suelo, biodiversidad, contaminación, dinámica económica y dinámica ecosistémica han sido los elementos considerados para tener toda la información técnica necesaria para la construcción del proyecto”, explica Sierra Oteiza.
El vocero del proyecto minero, quien cuenta con más de 30 años de experiencia en materia ambiental y conoce a profundidad la problemática medioambiental de Morelos, precisó que el trabajo de Esperanza Silver para los próximos meses será realizar el manifiesto de impacto ambiental y los estudios de riesgo ambiental y de la promoción del cambio de uso de suelo en terrenos forestales o preferentemente forestales.
Esos estudios serán entregados a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para solicitar su autorización, y hasta entonces se podría hablar de una explotación, mientras tanto sigue la exploración, dice Sierra Oteiza.
Al trascender el avance de los trabajos de Esperanza Silver surgieron voces de oposición al plan minero con manifestaciones de grupos sociales, en su mayoría ajenos a la comunidad, y personas con intereses netamente políticos, afirmaron por separado el jefe de Bienes Comunales y Carlos Caltenco, secretario del Ayuntamiento de Temixco.
El líder de los comuneros de San Agustín Tetlama, Leobardo Espíndola, pidió respeto a la libre autodeterminación de los pueblos: la comunidad apoya y necesita el proyecto minero que se desarrollará en nuestras tierras. “Nuestra voz debe ser escuchada y respetada”, acotó.
El plan
El proyecto de Esperanza Silver, una vez que logren los permisos de explotación, considera invertir 500 millones de dólares en los próximos 10 años y generar alrededor de 8,000 empleos entre directos e directos. De los 10 años del desarrollo, dos de ellos serán para la construcción, seis para la operación y dos años para el cierre.
El área de trabajo se acotará sobre 1,066 hectáreas de terrenos de la comunidad de San Agustín Tetlama, con un tipo de producción de oro y plata, conforme con la ficha técnica.
Los antecedentes de la mina datan de 2002 cuando la empresa Esperanza Resource obtuvo la concesión para explorar los suelos, y en 2013 la empresa canadiense Alamos Gold Inc. compró el proyecto minero y el área concesionada.
El último obstáculo fue que la concesión también alcanzaba la zona arqueológica de Xochicalco, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Leobardo Espíndola, presidente de Bienes Comunales de Tetlama, recuerda que en diciembre de 2017 las concesiones mineras fueron modificadas para sacar la superficie correspondiente a la zona arqueológica de Xochicalco, y entonces el área concesionada pasó de 15 mil hectáreas, aproximadamente, a 14 mil 337 hectáreas.
Frente al fracaso de los permisos de explotación, Alamos Gold Inc. constituyó la empresa subsidiaria mexicana Esperanza Silver de México, y desde entonces está dedicado a realizar estudios tendientes a fortalecer totalmente la solicitud que en su momento haga de la manifestación de impacto ambiental (MIA), explica Sierra Oteiza.
Y añade : “estamos comprometidos en elaborar los estudios técnicos con el mayor rigor, las conclusiones de estos estudios van a conformar la manifestación de impacto ambiental cumpliendo de esta manera con las leyes y políticas públicas establecidas por el gobierno federal, hasta que concluyamos con los trámites necesarios y contemos con las autorizaciones respectivas, entonces vamos a iniciar con la construcción de la mina (…) incluso en la realización del estudio de geotecnia recibimos la visita de personal de PROFEPA el cual, en compañía de las autoridades comunitarias, verificó lo que nos encontrábamos realizando”.
El vocero minero abunda en que la empresa Esperanza Silver tiene un sistema de gestión del riesgo para garantizar el manejo adecuado de todo tipo de sustancias químicas, y la empresa obedece a un código internacional por el uso del cianuro a las que está inscrito toda la industria minera que utiliza este tipo de sustancias.
En el tema del agua afirmó que la empresa obtuvo un título de concesión de agua y bajo un estudio supervisado por la Asociación Geohidrológica Mexicana, la minera aprovechará menos de un punto porcentual de la disponibilidad del acuífero de Cuernavaca para el desarrollo del proyecto.
En este sentido, Esperanza Silver de México, es depositaria de la experiencia social con la que cuenta Alamos Gold en la mina Mulatos de Sonora, que como resultado de su alto compromiso social con la comunidad, ha recibido por 13 años consecutivos el reconocimiento de Empresa Socialmente Responsable que otorga el Centro Mexicano para la Filantropía.
En cuanto al trabajo de desarrollo comunitario realizado por esta empresa en San Agustín Tetlama, y pese a que aún no inician los trabajos propios de la actividad minera, “se han puesto en marcha programas de desarrollo alienados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, nuestro principal interés es el de fortalecer las capacidades de la propia comunidad, esto lo hemos logrado en conjunto con los actores locales mediante la realización de talleres de huertos de traspatio, se han realizado distintas jornadas de atención a la salud visual, jornadas enfocadas a la salud de las personas en general, jornadas especializadas en atención a la salud de las mujeres, contamos con un programa de becas para estudiantes, se ha apoyado con asesoría empresarial a grupos de la localidad y recientemente se ha habilitado un área de asesoría en temas de gestión agropecuaria” señalando que todo esto se ha logrado con el acompañamiento de las autoridades auxiliares de la comunidad, destacó el biólogo Ricardo Sierra.
Frente al surgimiento de grupos externos a San Agustín Tetlama que se oponen al proyecto, el líder comunal Leobardo Espíndola y su presidente del Consejo de Vigilancia, Matías Ramírez Cabrera, afirmaron que detrás de los manifestantes se encuentran personas que desconocen el proyecto y participan por intereses personales.
“Casi el 100 por ciento de los 157 comuneros están a favor de ese proyecto porque la comunidad tiene esos recursos naturales, y de alguna manera se tienen que extraer para darle una mejor economía a Tetlama, el municipio y sus alrededores”, afirman.
¿Qué dicen sus vecinos de otras comunidades?
“Es gente que no es de Tetlama, no conoce cómo se están dando las cosas y de lo que se trata es que se haga el proyecto, pero todo como lo dicta la ley porque como dueños de la tierra también nos importa lo que vaya a pasar, y esto se tiene que hacer de manera responsable sin perjudicar a la naturaleza, a nadie”, dicen.
A su vez el secretario general del Ayuntamiento de Temixco, Carlos Caltenco Serrano, declaró a la prensa que iniciaron una serie de reuniones con dependencias como Semarnat para confirmar el estatus técnico del proyecto, así como la supervisión que lleva a cabo la autoridad federal.