En un país donde el maíz es más que un alimento—es identidad, historia y futuro—existe una empresa que ha logrado elevar ese símbolo nacional a niveles impensables. Su nombre es Millfoods, y hoy puede presumir de tener el molino de maíz NON-GMO más grande del mundo. Sí, del mundo. Y es mexicano.
Ubicada en el Bajío, Millfoods es mucho más que una planta industrial de gran escala. Es el resultado de una visión empresarial que apostó por la sustentabilidad, la innovación tecnológica y el respeto por el campo mexicano. En lugar de seguir el modelo tradicional, decidieron hacer las cosas distinto: maíz libre de transgénicos, producción alimentada por energía 100% renovable y un firme compromiso con la neutralidad de carbono.
Detrás de ese enfoque moderno, hay una base profundamente humana. Millfoods trabaja directamente con más de 20,000 productores locales, ofreciendo no solo oportunidades económicas, sino acompañamiento técnico, financiamiento y herramientas para mejorar sus prácticas agrícolas. A través de su Fondo de Originación de Maíz, la empresa garantiza trazabilidad, calidad y apoyo real al campo, ese que tantas veces ha sido olvidado.
Pero el alcance de esta empresa no se queda en México. Sus productos llegan a más de 180 países, siendo insumos clave para industrias que van desde cereales para desayuno hasta bebidas fermentadas, pasando por la panificación y la nutrición animal. Harina de maíz, grits y otros derivados NON-GMO salen todos los días de sus instalaciones hacia el mundo, con un sello que dice “hecho en México” con orgullo.
Lo más interesante es que Millfoods representa una nueva cara del agro mexicano: una industria moderna, responsable, conectada con el mundo pero con los pies bien puestos en la tierra. Una industria que cree que producir alimentos puede ir de la mano con cuidar el medio ambiente y dignificar al agricultor.
En un momento en que hablar bien de México es un acto de resistencia, Millfoods lo hace con hechos: con molinos que no contaminan, con granos que respetan la naturaleza, y con un modelo de negocio que pone al país en lo más alto del mapa global.
Y todo, partiendo del grano que ha alimentado nuestra historia desde siempre.
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