Mineras mexicanas son competitivas pese a carga regulatoria e incertidumbre, según Moody's
Si bien el nuevo marco legal minero de México aumenta la carga regulatoria y genera incertidumbre para las empresas del sector y sus inversiones, Southern Copper y Fresnillo tienen posiciones competitivas que les permiten mantener un riesgo crediticio moderado, indicó Rosa Morales, analista de Moody’s Investors Service.
En un informe divulgado a principios de octubre, Moody’s anticipó una caída de 6% en el ebitda agregado de la industria minera para 2024-2025 ante la baja de los precios de los metales y los mayores costos por inflación, aunque la agencia mantuvo la perspectiva en Estable.
En México, la industria minera está expuesta además al nuevo marco regulatorio de la reforma legislativa de mayo de este año, pero Morales aclara que las empresas calificadas por Moody's estarían en una posición más sólida que otras del sector.
“Tienen posiciones competitivas importantes en términos del porcentaje de producción que representan a nivel mundial, tienen estructuras de costos que son competitivas, aunque no son inmunes a las presiones inflacionarias y, en términos de concesiones, están relativamente protegidas, porque tienen concesiones que expiran hasta 2060”, dijo Morales en una entrevista con BNamericas.
Según la escala de calificación global de largo plazo de la agencia, Southern Copper tiene nota Baa1 con perspectiva Estable y Fresnillo mantiene Baa2 con perspectiva Estable. Es decir, tienen un grado de inversión medio, aunque pueden poseer características especulativas.
La analista explica que, por su escala, estas empresas tienen el beneficio de contar con estructuras de costos aún rentables pese a los menores precios de los metales. “Vemos que los precios se han mantenido por arriba todavía de los costos, dando un margen a estos productores. Esperamos que siga así”, indicó Morales.
Morales considera como factor favorable para estas compañías que las concesiones mineras de Southern y Fresnillo expiran entre 2050 y 2060.
“Digamos, el riesgo inmediato es relativamente bajo, porque todavía hay cierta estabilidad. Hay reservas suficientes para asegurar la producción de los próximos más de 15 años”, agregó.
GRUPO MÉXICO EN LA MIRA
Southern Copper es propiedad del conglomerado Grupo México, que en las últimas semanas ha sido públicamente acusado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) de no haber remediado correctamente la contaminación del río Sonora, nueve años después del vertido de productos químicos desde su mina Buenavista del Cobre en el norte de México.
La empresa de propiedad de Germán Larrea ha rechazado las acusaciones y asegura que la remediación fue avalada por estudios científicos y por las autoridades, pero el actual gobierno reiteró que persiste la contaminación.
Asimismo, las autoridades determinaron que el derrame minero de agosto de 2014 se debió a una negligencia en el diseño del sistema de presas, por lo que denunció penalmente a varias de sus filiales, incluida Buenavista del Cobre, el mayor productor de metal rojo del país.
Consultado por los efectos que las acusaciones podrían tener sobre Southern Copper, Morales señaló que esta industria está muy sujeta a estos cuestionamientos medioambientales, pero en el caso específico de Southern, tiene el beneficio de ser una empresa que no solamente opera en México, sino también en Perú, que es “muy activo socialmente” y ha estado “políticamente muy cargado”.
“Y esta diversificación de alguna manera ayuda a mitigar este tipo de ruido o, en el caso de que se pudiera materializar alguna multa, recordemos también que Southern tiene una liquidez bastante fuerte que podría absorber esta multa”, señaló la analista.
“Desafortunadamente, es un entorno con el cual las empresas están acostumbradas a lidiar, y muy regulado. Es súper importante que estén al día en sus obligaciones, pues, si debe, tiene que pagar”, concluyó.
Fuente: bnamericas