Dentro de los próximos diez años, en Australia proyectan que el uso de tecnologías de automatización en la minería se presentará en tres etapas: automatización de equipos, conexión de los equipos digitalizados e integración total de la cadena de valor.
Una verdadera transformación es lo que está impulsando la minera anglo-australiana Rio Tinto al implementar la primera red de trenes de carga sin conductor del mundo en Pilbara, una remota región desértica al oeste de Australia, que ofrece la mitad del comercio global marítimo de hierro.
Esta apuesta forma parte de la revolución tecnológica desarrollada por la compañía minera, la cual también ha incorporado a sus operaciones trenes, perforadoras, cargadoras y camiones controlados desde centros remotos lejanos a las minas.
Y es que introducir camiones autónomos está generando ganancias de productividad de entre 15% y 30%. Y según algunas proyecciones estimadas por los consultores de McKinsey, la robótica y el big data permitirán ahorrar entre US$ 290 mil millones y US$ 390 mil millones a los productores de petróleo, gas natural, carbón térmico y cobre en 2035.
En este contexto, Australia se ha posicionado como un polo relevante en el desarrollo de nuevas tecnologías de automatización digital con el objetivo de avanzar hacia una minería más competitiva.
Para Valeria Ortiz, gerente de Desarrollo de Negocios de la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade), Australia ve a la minería 4.0 como una gran oportunidad, por lo que han evaluado que su potencial puede agregar US$ 50 mil millones en valor a la economía nacional, además de la creación de más de 80 mil nuevos puestos de trabajo.
De hecho, las empresas proveedoras para la minería australiana (METS) están bien aspectadas para liderar la adopción generalizada de la industria 4.0 en el marco de las oportunidades que ofrece la automatización a la industria minera.
Fuente: Nueva Minería
¿Comentarios?
Déjanos tu opinión.