Minería mexicana, oportunidad de oro para la inversión

La industria minera de México ocupa un lugar privilegiado para la inversión extranjera y local, sólo detrás de Estados Unidos, Canadá y Australia en términos de atractivo en el sector, afirmó Mario Hernández, un experto en minería y socio en ese país de la firma mundial de auditores KPMG, en un artículo publicado por El Financiero.
El especialista explicó que además de encontrarse en los diez lugares en producción de oro, cobre, fluorita, bismuto, sodio, plomo, molibdeno, diatomita, cadmio, grafito, sal, yeso, manganeso y zinc, entre otros, México tiene un sinnúmero de recursos minerales aún sin explotar.
Entre las características que hacen de México un país atractivo para la inversión, figura su acceso al mercado estadounidense, una amplia red de tratados de libre comercio y un crecimiento importante en el consumo doméstico impulsado por una clase media emergente.
��En la actualidad, el capital privado es una fuerza detrás de la economía mexicana y se han eliminado barreras a la inversión extranjera en la propiedad de las compañías mineras��, dijo Hernández.
Actualmente todas las empresas que exploran y explotan minerales deben de ser incorporadas y domiciliadas en México; es decir, el país mantiene la propiedad sobre todos los recursos minerales y el gobierno tiene la facultad de otorgar concesiones a empresas mineras privadas para las actividades de exploración y explotación.
El tratamiento fiscal para las mineras en México es el mismo que se aplica a compañías en otros sectores; como por ejemplo, un impuesto sobre la renta corporativo de 30 % y un nuevo impuesto sobre dividendos de 10 % que fue establecido para el pago de utilidades generadas después de 2013.
Dada la extensa red de tratados celebrados por México para evitar la doble tributación, las tasas de retención menores pueden estar disponibles, dependiendo del país de residencia de la persona y/o entidad que recibe los dividendos.
Además, las empresas mexicanas con empleados deben distribuir 10 % de su base gravable a los empleados como participación en las utilidades. Muchas empresas mineras contratan a compañías extranjeras para construir o desarrollar sus proyectos, y a pesar de que dichas organizaciones no son residentes en México, sus empleados pueden estar sujetos al Impuesto Sobre la Renta (ISR) en el país.
Asimismo, las empresas mineras pagan derechos sobre las concesiones mineras con base en las hectáreas cubiertas. Los costos pueden fluctuar entre USD 0,44 y 9,50 por hectárea de manera semestral al tomar en cuenta el periodo de propiedad de las concesiones. Estos montos pueden ser incrementados si el dueño de la concesión no está llevando a cabo trabajos de exploración o explotación sobre las superficies involucradas.
Desde el año pasado hay dos nuevos derechos. El primero es uno especial basado en la ��diferencia positiva�� entre el ingreso gravado ajustado y las deducciones autorizadas, usando una tasa de 7,5%. El otro tributo del 0,5%, de tipo extraordinario, es pagadero en las ventas de oro, plata y platino.
Por otro lado, las compañías mineras se pueden beneficiar de algunos incentivos fiscales, de las regulaciones tributarias ajustadas a estándares internacionales, del acceso a fuentes de capital a través de líneas de crédito y de un eficiente sistema de otorgamiento de derechos de exploración y explotación. Cabe señalar que 16 % de Impuesto al Valor Agregado (IVA) ha sido únicamente eliminado en todas las etapas de comercialización del oro, aun cuando sigue siendo pagadero en otras transacciones de adquisición de bienes y servicios; este impuesto es generalmente acreditable o recuperable por las empresas mineras.
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