Con una visión clara hacia el futuro y un compromiso real con la sostenibilidad, Industrias Peñoles continúa fortaleciendo su gestión ambiental, integrando la protección de los ecosistemas como parte esencial de su operación.
Antes de iniciar cualquier proyecto, la empresa realiza estudios de impacto ambiental que incluyen líneas base de biodiversidad para identificar especies protegidas y aplicar medidas que priorizan la prevención sobre la corrección. Bajo este esquema, Peñoles opera con la jerarquía de mitigación reconocida internacionalmente: evitar, minimizar, restaurar y compensar.
En sus unidades, la protección de la vida silvestre no es una meta lejana, sino una práctica cotidiana. La mina Velardeña, por ejemplo, cuenta con una reserva ecológica que resguarda especies locales, mientras que en Metalúrgica Met-Mex se desarrolla un programa de protección a cactáceas. Además, a través de viveros propios, la compañía impulsa la reforestación en comunidades cercanas, con la donación de más de 84 mil plantas nativas durante 2024.
El uso eficiente del agua también forma parte de su estrategia ambiental. Peñoles alcanza una recirculación del 78% en sus procesos industriales y sanitarios, emplea aguas residuales municipales en sus operaciones y aprovecha agua salobre en regiones áridas. El año pasado, la empresa se sumó al Acuerdo Nacional por el Derecho al Agua y la Sostenibilidad en México, reincorporando más de dos millones de metros cúbicos de agua concesionada a los cuerpos nacionales.
En cuanto al manejo de residuos, Peñoles se apega a los más altos estándares de ingeniería y gobernanza, siguiendo las recomendaciones del International Council on Mining and Metals (ICMM). Todas sus unidades cuentan con planes de cierre actualizados; en la unidad Bismark, actualmente en proceso de cierre, ya se han reforestado 79 mil plantas como parte de las labores de restauración.
Con su filosofía de “Mentalidad Cero Daños”, la compañía busca trascender el enfoque tradicional de mitigación y avanzar hacia la regeneración de los ecosistemas. Así, Peñoles reafirma que la minería y el respeto por la naturaleza pueden coexistir cuando se trabaja con responsabilidad, innovación y visión de futuro.
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