La mina de cobre y zinc más grande de Perú, Antamina, ha recibido el tan esperado permiso del organismo de control ambiental del país para llevar a cabo una expansión de $2 mil millones de dólares. Esta iniciativa prolongará la vida productiva de la operación desde 2028 hasta 2036, marcando un hito significativo en el panorama minero peruano.
La aprobación de la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) permitirá a Antamina, propiedad conjunta de Glencore, Teck Resources y Mitsubishi, implementar cambios dentro de los componentes existentes de la mina. Estos cambios incluyen la expansión del tajo abierto y la optimización de los botaderos y presas de relaves.
Víctor Gobitz, director ejecutivo de Antamina, destacó la importancia del MEIA como un hito significativo tanto para la mina como para la industria minera peruana en general. "Amplía nuestro horizonte y nos permite seguir trabajando de la mano con las autoridades y las comunidades", señaló Gobitz en un comunicado.
La expansión de Antamina implicará un incremento del 25% en el área de la mina, así como una profundización del tajo abierto en 150 metros. Esto resultará en una extracción de hasta 173,000 toneladas de mineral al día, con un movimiento de residuos de hasta unas 742,000 toneladas diarias.
Además, el proyecto contempla el reemplazo de la estación primaria de trituración de mineral y la instalación de una nueva trituradora de roca. La capacidad de almacenamiento de las presas se incrementará hasta 1,572 millones de toneladas, frente a los 1,100 millones de toneladas actuales.
La concesión del permiso llega apenas una semana después de que representantes de las principales empresas mineras que operan en Perú se reunieran con el Ministro de Energía y Minas, Oscar Vera. En esta reunión, se discutió una nueva iniciativa digital destinada a agilizar la tramitación de permisos en el segundo país productor de cobre más grande del mundo.
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