Planta de Tratamiento de Aguas Residuales: Salvaguardando el Río Atoyac en San José del Progreso
En un esfuerzo por preservar la pureza del Río Atoyac, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en Ocotlán de Morelos, Oaxaca, ha sido un bastión crucial en la protección ambiental. Con más de 3 millones de metros cúbicos de agua procesados, esta instalación ha sido fundamental en la prevención de la contaminación fluvial y la promoción de un entorno más saludable para la comunidad.
Antes de la existencia de la PTAR, las aguas residuales fluían sin control al Río Chiquito, contribuyendo así a la degradación del Río Atoyac. Sin embargo, desde que la Compañía Minera Cuzcatlán (CMC) se estableció en San José del Progreso, las aguas grises de Ocotlán de Morelos son tratadas de acuerdo con rigurosos estándares internacionales, evitando así la contaminación del río y sus afluentes.
El compromiso de CMC con la protección del medio ambiente y el bienestar de la comunidad se refleja en su inversión significativa en la PTAR. En 2010, la empresa firmó un acuerdo de comodato con el municipio de Ocotlán para remodelar y operar la planta, con una inversión superior a los 20 millones de pesos. Este compromiso a largo plazo ha sido esencial para garantizar el funcionamiento eficiente y sostenible de la PTAR.
Una parte del agua tratada se destina a la Unidad Minera San José para uso en los procesos de extracción de minerales, mientras que el resto se distribuye en el municipio para diversas aplicaciones, como el riego de áreas verdes y el abastecimiento de servicios públicos. Esta gestión integral del agua no solo promueve la conservación del medio ambiente, sino que también contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, específicamente la Meta 6 relacionada con Agua Limpia y Saneamiento.
La coordinadora de la PTAR, Gladis Aparicio Velázquez, enfatizó que el compromiso de CMC va más allá de cumplir con las regulaciones ambientales; se trata de reconocer el agua como un derecho humano fundamental y un recurso esencial para la vida. En este sentido, la empresa opera con un enfoque ético y responsable hacia la gestión del agua, asegurando un futuro sostenible para las generaciones venideras y el entorno natural que todos compartimos.