Por: Moisés Gómez Reyna
Tras la crisis económica generada por la pandemia en 2020, la recuperación del mercado laboral ha sido lenta y aún falta un buen trecho por recorrer para recobrar los niveles de empleo e ingreso anteriores al Covid-19.
Pero, en particular para las mujeres, la recuperación sigue luciendo mucho más complicada y, de hecho, en algunos indicadores siguen experimentando retrocesos importantes hasta la fecha.
La semana pasada el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) presentó su informe sobre la evolución de la pobreza laboral en México al segundo trimestre de 2021.
De acuerdo con este organismo, la pobreza laboral disminuyó en el primer trimestre de 39.4% a 38.5% para el segundo trimestre de este año, pero aún sigue por arriba del 35.6% que registró en los primeros 3 meses de 2020.
Es importante recordar que, para el Coneval, la pobreza laboral es el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria.
Actualmente, la canasta alimentaria tiene un valor mensual de mil 810 pesos por persona en áreas urbanas, mientras que en áreas rurales su costo ronda los mil 384 pesos por persona.
Esta leve disminución de la pobreza laboral en el país fue posible gracias a un ligero incremento de 2.9% en los ingresos de los trabajadores, los cuales aún están 2.1% por debajo de sus niveles previos a la pandemia.
Además, entre el primer y segundo trimestre de 2021, la pobreza laboral disminuyó en 20 de los 32 estados del país, y en particular descendió en Baja California, Quintana Roo e Hidalgo.
Otro dato positivo dado a conocer por el Coneval fue una leve disminución en la brecha salarial entre municipios indígenas y los que son no considerados de mayoría indígena.
En los primeros 3 meses de 2021, el ingreso laboral promedio en municipios indígenas era de 2 mil 173 pesos por persona, mientras que de abril a junio ascendió a 2 mil 256 pesos, lo que es un aumento de 8%.
De esta forma, en lo que va del año, la brecha salarial entre municipios indígenas y los que no tienen mayoría indígena disminuyó de 53.0% a 50.8% e incluso ya es menor al 51.6% registrado antes de la emergencia sanitaria.
Pero estos datos buenos "a secas" en materia de pobreza laboral y equidad étnica, no se reflejan de igual forma en el caso de las mujeres.
De acuerdo con Coneval, al segundo trimestre de 2021, las mujeres tienen un ingreso laboral promedio de 3 mil 804 pesos mensuales, mientras que en los hombres es de 4 mil 755 pesos.
Por lo tanto, de abril a junio de este año, las mujeres ganan 20.0% menos que los hombres, brecha salarial de género que es mayor al 17.9% del periodo enero-marzo, y que además es superior al 15.5% del tercer trimestre de 2020.
Esto significa que la brecha salarial de género, lejos de reducirse, más bien se ensancha aceleradamente desde que inició de la pandemia.
Si bien las mujeres se han reincorporado poco a poco al mercado laboral, lo han hecho con niveles de ingreso mucho menores a los que tenían antes de la emergencia sanitaria.
Entre enero y marzo de 2020, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, el 70.1% de las mujeres ocupadas ganaba menos de 2 salarios mínimos, mientras que de abril a junio de 2021, la proporción con ese nivel de ingreso asciende a 72.4%.
¿Qué esperamos? Urge hacer algo ya. Es necesario que todos: gobiernos, legisladores, empresarios e incluso la sociedad civil organizada, tomen medidas desde cada sus "trincheras" para evitar que siga en aumento la inequidad de género en el país.
De verdad, nuestras madres, hermanas, hijas y nietas nos lo van a agradecer.
Twitter: @GomezReyna
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