Prohibición de minas a cielo abierto se considera una amenaza para la industria minera de México
Una prohibición de facto para nuevas minas a cielo abierto en México amenaza con socavar la inversión y expulsar a las empresas emergentes.
La Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) reafirmó esta semana el compromiso de bloquear las solicitudes de minas a cielo abierto en una medida que, según señaló, demuestra la determinación de la administración del partido izquierdista Morena de proteger a las comunidades y los ecosistemas del daño ambiental.
“El Gobierno de México mantiene su compromiso de no otorgar nuevas autorizaciones para explotación minera a cielo abierto ante la alta cantidad de permisos de explotación otorgados en el periodo neoliberal”, dijo la Semarnat en un comunicado.
La medida se produce en medio de un entorno político ya desafiante para las mineras, con el presidente Andrés Manuel López Obrador imponiendo un congelamiento de nuevas concesiones, un enfoque más estricto para permitir y nacionalizar la naciente industria del litio del país.
UN PASO 'RIDÍCULO'
La prohibición de nuevas minas a cielo abierto es innecesaria y provocará un daño significativo a la industria, advirtió a BNamericas Ralph Shearing, presidente ejecutivo de Altaley Mining.
“[Prohibir nuevas minas a cielo abierto] es algo ridículo. Hay tanto valor en una buena mina a cielo abierto”, afirmó.
Si bien Shearing aceptó que hay una cierta cantidad de daño ambiental en un área pequeña con cualquier tajo abierto, esto no es algo que amenace a las comunidades si se hace de manera responsable.
“Todas las mineras tienen que explotar de manera responsable en estos días, por lo que la cantidad de beneficio económico que proviene de cualquier mina es muy buena para las comunidades y las áreas locales”, explicó.
“Simplemente, no tiene ningún sentido decir que nunca vamos a permitir más minas a cielo abierto. Es un aspecto ambiental que se volvió loco”, añadió.
PROYECTOS CLAVE
Si bien México tiene muchas minas subterráneas, muchos de sus mayores activos son principalmente a cielo abierto, incluidos los principales productores de oro como Peñasquito, de Newmont; Herradura, de Fresnillo; El Limón-Guajes, de Torex Gold; y la mina Pinos Altos, de Agnico Eagle Mines.
Muchos de los proyectos más grandes en la cartera mexicana de US$9.000 millones también son a cielo abierto, incluido el proyecto de cobre y zinc de US$842 millones San Nicolás, de Teck Resources; el proyecto de oro de US$359 millones Metates, de Chesapeake Gold; y el proyecto de cobre y oro de US$2.900 millones El Arco, de Southern Copper, el mayor de la cartera, y para el que aún no se han obtenido los permisos de la Semarnat.
"La empresa ya inició el estudio de referencia y está revisando el análisis de ingeniería básica para solicitar el permiso medioambiental", anunció la empresa estadounidense Southern Copper en su informe del 1T.
Las júniors con grandes proyectos a cielo abierto podrían ser "asesinadas" por la prohibición, según Shearing, ya que no podrían avanzar con sus activos.
RETÓRICA DAÑINA
No está claro si la Semarnat cumplirá con la prohibición total de nuevas minas a cielo abierto.
La secretaria de Medio Ambiente, María Albores, dijo el año pasado que los proyectos de minería a cielo abierto se habían detenido en el país, alegando que la cartera no había otorgado un solo permiso para minas a cielo abierto desde que AMLO asumió el poder en diciembre de 2018.
Pero aunque la Semarnat ha bloqueado al menos cuatro proyectos a cielo abierto desde entonces, la secretaría aprobó un permiso para el proyecto Camino Rojo, de Orla Mining, en 2020, mientras que Southern Copper confirmó la recepción de los permisos ambientales para su proyecto de US$159 millones Pilares, en su informe financiero del 2T19.
El anuncio de la Semarnat fue en respuesta a la oposición expresada por algunos habitantes locales al proyecto aurífero Esperanza, de Zacatecas Silver, en el estado de Morelos, aunque otros apoyan el proyecto.
Y el presidente ejecutivo de Zacatecas, Bryan Slusarchuk, manifestó a BNamericas esta semana que planea seguir adelante con los permisos ambientales en Esperanza a pesar del comunicado de la Semarnat.
“En última instancia, el impacto ambiental del proyecto se determinará a través del procedimiento del EIA establecido por la ley minera mexicana”, declaró.
Pero aunque la Semarnat no pueda frenar todos los proyectos a cielo abierto, su comunicado amenaza con socavar la inversión.
“Ahora solo se habla de prohibir la minería a cielo abierto, pero esa charla, esa retórica, es dañina, porque asustará a la gente”, lamentó Shearing.
Fuente: BNamericas