Santiago de Chile. Chile vive bajo el peligro constante del desbordamiento de embalses de relaves mineros, lo que se acentuó a fines de marzo luego del fuerte temporal de lluvia que afectó a la desértica región de Atacama y que dejó decenas de personas muertas, desaparecidas y miles de damnificadas.
Copiapó, capital de la región del mismo nombre, ubicada 800 kilómetros al norte de Santiago, ��se emplaza en una zona que está saturada de relaves��, advirtió a Tierramérica el fundador de la organización no gubernamental Relaves, Henry Jurgens.
Agregó que la contaminación por metales pesados ��ya era una realidad�� antes del aluvión, pero la catástrofe ��visibilizó esa realidad y la hizo más severa��.
Desde principios de abril, la organización detectó escurrimiento de relaves mineros mientras tomaban muestras al agua y al barro en sectores de la región de Atacama. Pero el estatal Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) aseguró que los embalses y otros depósitos de desechos contaminantes se encuentran en una condición estable.
El desierto de Atacama, el más árido del mundo, fue la principal área natural afectada por el aluvión, provocado por intensas lluvias el 23 y 24 de marzo, que equivalieron a una cuarta parte del agua que debía caer en un año en esa zona.
La lluvia, dicen, pudo movilizar numerosos metales pesados que aguardaban en silencio en depósitos abandonados.
El relave minero es el conjunto de desechos de roca molida, minerales, agua, metales pesados y químicos, como cianuro, arsénico, zinc y mercurio, que se obtienen en los procesos de concentración de minerales y se depositan en embalses o fosas al aire libre.
Este tipo de elementos actúan de forma acumulativa en el cuerpo y pueden provocar daños graves para la salud.
El arsénico, por ejemplo, no tiene olor, color ni sabor, por lo que puede ser ingerido por cualquier persona sin que se entere. Sin embargo, los expertos advierten que la ingesta prolongada de este elemento, puede provocar cáncer a los pulmones o a la vejiga.
Chile es un país minero y su principal riqueza es el cobre. Solo en 2014, este país de 17,5 millones de habitantes produjo 5.746 millones de toneladas de cobre, 31,2 por ciento de la producción mundial.
Sin embargo, por cada tonelada de cobre fino que se produce, hay que remover y luego almacenar 100 toneladas de tierra con desechos.
En este país existen 449 depósitos de relaves mineros identificados, según cifras oficiales, pero hay decenas que no han sido georeferenciados, denunció a Tierramérica otro integrante de Relaves, Raimundo Gómez.
Fuente: ipsnoticias.net
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