La ciudad de Durango fue sede del Curso Internacional de Rescate de Minas, un esfuerzo dirigido a estandarizar y difundir los protocolos de seguridad utilizados en la industria minera en casos de emergencia. Rogelio Alvarado, Coordinador Operativo de la empresa Servicios de Apoyo a Emergencias SAEM, señaló que el objetivo principal de esta iniciativa es promover la adopción de un marco de actuación unificado para todas las corporaciones de seguridad y rescate.
Este tipo de cursos busca que todas las corporaciones sigan un mismo esquema de actuación, logrando así una respuesta eficaz e inmediata en situaciones críticas. Alvarado subrayó la importancia de estos protocolos, que han jugado un papel crucial en la salvación de muchas vidas en casos de emergencia en minas alrededor del mundo.
El Curso Internacional de Rescate de Minas contó con la presencia de distintas entidades, entre ellas la Cruz Roja, Protección Civil del Estado y Municipio, el Instituto de Capacitación de Alto Rendimiento, la Asociación de Ingenieros Mineros y Metalúrgicos, y diversos supervisores de Seguridad Industrial Minera.
Alianzas Estratégicas y Conocimientos Compartidos
Urzuan Romani, rescatista profesional de origen chileno que tuvo un papel activo en el rescate de 33 mineros en 2010, compartió su experiencia y conocimientos con los participantes. Romani, cuya preparación está enfocada en casos de sismo, derrumbes e incendios, destacó la necesidad de intercambiar conocimientos y normas.
Afirmó que desde el incidente del “rescate 33” en 2010, los protocolos en Chile han ido mejorando y han sido adoptados tanto por la pequeña minería como por la minería artesanal, lo que ha llevado a un considerable progreso en la gestión de la seguridad minera.
Romani también señaló que los accidentes más comunes en las minas suelen ser consecuencia de errores humanos, como choques de cargadores, materiales que no se acuñan correctamente y pueden caer, o el estallido de bloques. Estos accidentes han resaltado la necesidad de una mayor capacitación antes de ingresar a la mina.
Fuente: El Sol de Durango
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