Santa Rosalía y la conocida zona industrial de la época del Boleo
La historia del surgimiento de El Boleo, en Baja California Sur, complejo minero fundado y construido a finales del siglo pasado (1885), auspiciado por la inversión de capital francés proveniente de las bóvedas de la Casa Rothschild, se inició con el hallazgo casual que José Rosas Villavicencio hizo de una bola de oxicloruro de cobre en las inmediaciones de unos cerros ubicados en el cañón del Purgatorio.
En el contrato aprobado el día 7 de julio de 1885 para establecer una colonia minera en el Distrito de Santa Águeda, Municipio de Mulegé, el gobierno esperaba que a más tardar en un año a partir de la fecha de firma del contrato, deberían de estar establecidas dieciséis familias extranjeras y cincuenta mexicanas ocupando cada una un lote mínimo de 2 mil quinientos metros cuadrados con su habitación construida. También fue compromiso establecer un buque-vapor con la obligación de hacer dos viajes redondos entre el mineral y el puerto de Guaymas, Sonora.
En 1887 se dio paso a una estrategia más global encaminada a configurar un espacio con formas de explotación sistemática de las minas, planta de beneficio, campamentos y casas, ferrocarril, talleres de máquinas, laboratorios de ensaye, tubería para conducir el agua y sobre todo, un muelle fuerte que sirviera para recibir todo tipo de mercancía.
A partir de ello, el área o zona industrial de Santa Rosalía empezaba a tomar forma con un poblado eje ubicado en la zona del puerto donde también se construirían los edificios administrativos, almacenes, casa de fuerza, talleres, planta de fundición y tres grupos mineros donde se extraía mineral o metal.
La Compañía en el año de 1886 dio pie a la construcción de un ferrocarril local con el objetivo de integrar todas las zonas de trabajo tendiendo las vías en el centro del poblado y las orillas hasta alcanzar los tendidos de esas vías a los grupos mineros.
Continuará...
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Fuente: OEM