Hermosillo, Sonora (DP).- Con reuniones en la Cámara de Diputados, Senado de la República, Gobierno Federal y la Comisión Técnica del Fideicomiso, los alcaldes de los 7 Municipios afectados con el derrame de tóxicos el pasado 6 de agosto del año pasado se plantaron en el Distrito Federal.
Desde el lunes, los presidentes municipales de los pueblos del Río Sonora se trasladaron al Centro del país para sostener una serie de reuniones con diputados federales luego de que fuera desintegrada la Comisión Investigadora de legisladores que analizaron los efectos de la grave devastación provocada por negligencia del Grupo México.
Cabe señalar que el Congreso de la Unión desintegró la Comisión de Seguimiento al derrame de tóxicos provocado por el Grupo México ante el caos generado por la contaminación severa, el incumplimiento de pago del fideicomiso y el abandono de más de 25 mil habitantes del Río Sonora.
En los últimos días, los integrantes de dicha comisión investigadora de la peor tragedia ecológica registrada en Sonora se fueron separando de esta responsabilidad como la misma diputada federal que además es candidata del PRD a la Alcaldía de Hermosillo, Lorenia Valles Sampedro.
Ante esta situación, los presidentes municipales de los 7 pueblos afectados del Río Sonora sostendrán reunión con diputados y senadores a fin de que expliquen el porqué de dicha decisión de desaparecer la Comisión de Seguimiento.
Por su parte, el alcalde de Aconchi considero injusto que los diputados federales hayan tomado esta determinación cuando aún falta mucho por hacer, sobre todo que la afectación ecológica sigue y los habitantes de la región aún esperan se les paguen recursos del fideicomiso anunciado por el Grupo México, ��el fideicomiso no ha cumplido con el pago de las compensaciones a los afectados en agricultura, ganadería, comercio, salud��
A más de 9 meses del derrame de más de 40 mil metros cúbicos de tóxicos por aparente negligencia del Grupo México, Cofepris revela que existen 270 habitantes enfermos por el contacto con agua contaminada del Río Sonora.
Tras instalar la Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental del Río Sonora, Rocío Alatorre, comisionada de Evidencias y Riesgos Sanitarios de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, informó que se aplicaron dos fases de detección de personas que resultaron con afectaciones.
En la primera fase, indicó, la dependencia en coordinación con la Secretaría de Salud del Gobierno de la República solamente detectó a 37 personas con afectaciones en la piel principalmente mientras que en la segunda etapa, fueron 233 los sonorenses entre niños, mujeres y hombres que presentaron daños en la salud.
Actualmente, la desconfianza generalizada de los habitantes respecto a la calidad del vital líquido es patente, en tanto las autoridades conservan la posición de que el agua del Río Sonora se encuentra en perfectas condiciones pese a presencia y existencia de minerales pesados y tóxicos que según expertos, permanecerán por lo menos 100 años.
La zona del Río Sonora fue afectada por un derrame de ácido por descuido o negligencia de Grupo México en su minera Buenavista del Cobre, una de las mayores explotadoras del mineral a nivel mundial.
El derrame se originó el 6 de agosto del 2014 contaminando así el Río Bacanuchi, afluente al Río Sonora, con 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre (CuSO4), provocando casos en habitantes que presentaron dermatitis y gastroenteritis por los corrosivos que contiene el agua de uso regular para varios pueblos y rancherías de la región.
El encauce del Río Sonora va hacia la presa ��El Molinito�� la cual desborda en la presa ��Abelardo L. Rodríguez�� causando principalmente contaminación en los municipios de Cananea, Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, Baviácora, San Felipe de Jesús y Ures, a su vez se ha encontrado contaminación en distintos pozos que surten del vital líquido a gran parte de la ciudad.
Las medidas de restricción del agua por parte de la Conagua es que la población se desista de utilizar el agua del río y de los 322 pozos y norias (125 de uso agrícola; 80 de pecuario; 72 de urbano-agua potable; y 45 de diversos usos) ubicadas a 500 metros a cada margen del río.
Al analizar el agua contaminada, el primer estudio resaltó que había niveles fuera del margen establecido de distintos contaminantes como cobre, arsénico, aluminio, cadmio, cromo, fierro, manganeso y plomo, causando así daño en las cosechas y en el ganado de la región, así como la fauna y el mismo ecosistema que rodea al Río Sonora.
Fuente: www.dossierpolitico.com
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