El sector minero mexicano reafirmó su compromiso con la erradicación del trabajo forzoso durante un seminario organizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN). El evento reunió a expertos, representantes empresariales y líderes del sector para analizar avances y desafíos en la lucha contra estas prácticas.
Diagnóstico y desafíos
En el panel "Retos en materia de trabajo forzoso en la industria minera", Fabiola Murrieta Peralta, representante de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), destacó la importancia de fortalecer los procesos de debida diligencia en la cadena de suministro. Según Murrieta, la falta de normativas específicas dificulta la trazabilidad de las operaciones y la detección de irregularidades.
María Teresa Mercado Cuéllar, subgerente de Desarrollo Comunitario de Grupo México, señaló que las áreas remotas y la subcontratación representan desafíos clave para garantizar la supervisión de condiciones laborales. “Es imprescindible implementar herramientas efectivas que nos permitan identificar y erradicar cualquier forma de trabajo forzoso en nuestras operaciones”, enfatizó Mercado.
Iniciativas en marcha
Las empresas del sector compartieron acciones concretas encaminadas a combatir estas prácticas. CAMIMEX destacó la reorganización de sus comisiones internas para abordar temas de derechos humanos de forma integral, mientras que Grupo México implementó auditorías a proveedores, políticas de debida diligencia y mecanismos de denuncia anónimos para reforzar la vigilancia y transparencia en sus operaciones.
El desafío de la minería informal
Un tema recurrente en el debate fue la minería informal, un sector que, según los panelistas, representa un obstáculo adicional en la lucha contra el trabajo forzoso. Grupo México subrayó su apuesta por la generación de empleo formal mediante programas de capacitación y desarrollo económico en las comunidades donde opera.
Compromiso del sector
El seminario concluyó con un mensaje claro: el sector minero mexicano está comprometido con el desarrollo sostenible y la promoción de condiciones laborales justas. La implementación de políticas laborales responsables no solo fortalece a las empresas, sino que también contribuye a una economía más ética y respetuosa de los derechos humanos.
El evento se destacó como un ejemplo de la colaboración entre el sector privado y organismos internacionales para abordar desafíos complejos y reafirmar el compromiso de la industria con el bienestar de sus trabajadores y las comunidades en las que opera.
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