Segovia nace en la cordillera central del Nordeste Antioqueño, la historia más reciente de este pueblo empieza a mediados del siglo XIX.
El escritor local Dairo López cuenta que cuando se descubrieron las riquezas de oro en los pueblos mineros del Nordeste la labor del campo empezó a perderse y el campesino se convirtió en minero. Desde el año 1852 las riquezas auríferas de Segovia empezaron a ser explotadas por los ingleses, los cuales fundaron y administraron la compañía Frontino Gold Mines Limited. Japoneses, alemanes, españoles, mexicanos, franceses e italianos también llegaron a la región.
��En principio los ingleses importaban maquinarias, las traían hasta Puerto Colombia, en Barranquilla, y, aprovechando de las corrientes de los ríos, llegaban hasta el municipio de Zaragoza. De aquí las transportaban en mula a través de un sistema que se llama ��turega��: se colocaba una mula adelante y otra atrás, unos palos unían las dos mulas; en el medio se ponía la carga y se traía lo esencial. Luego se construyeron carreteras y la empresa empezó a crecer. Los ingleses se llevaron el oro, pero a la población le dejaron el conocimiento��, cuenta el escritor.
La Frontino Gold Mines se volvió una empresa paternalista. Los salarios eran muy bajos pero los administradores se preocuparon por la educación de los trabajadores, por la salud, por la alimentación y por la vivienda. Se construyeron escuelas y se le dio educación gratuita a sus hijos; se suministraban alimentos a precios muy convenientes: 3 pesos la libra de carne, 10-15 centavos un paquete de café. Se construyeron casas y, pagando un arriendo mensual de un peso, la gente tenía techo. Trabajadores y jubilados tenían su propio hospital. Además, con apenas 20 años de servicio los trabajadores podían jubilarse y cobrar pensión.
segovia3.jpgPor la presencia de la Frontino Gold Mines y por las dinámicas violentas del conflicto colombiano, el pueblo asistió a la llegada de colonos en busca de trabajo, provenientes de diferentes regiones como el Bajo Cauca, Córdoba, Sucre, Chocó, Bolívar y Santander. El caserío empezó a crecer rápidamente y de forma desordenada.
Después de un siglo, en la década de los cincuenta, los ingleses vendieron la empresa a la norteamericana Internacional Mining Company que mantuvo el nombre de Frontino Gold Mines y siguió explotando el oro hasta el año 1977. Debido al bajo precio del oro (30 dólares la onza) y a la incapacidad para asumir la carga prestacional de trabajadores y jubilados, la empresa norteamericana se declara en quiebra y decide firmar un Concordato Preventivo, durante un año, con el liquidador Hernando Franco Idárraga, para que la empresa pasara a manos de una administración colombiana. Según el libro ��Precioso Robo�� de Dairo Alonso López en el concordato se expresaba que las ganancias se debían invertir en el mejoramiento de la empresa y la creación de un Fondo de Pensionados. En ese año eran 430 los jubilados y en 1999 se llegaría a cerca de 915��. Además el concordato contenía una cláusula que daba ��oportunidad de cesión de bienes con prioridad a los trabajadores, luego al Gobierno y por último a los particulares��. El concordato, en principio, tenía una duración de un año pero, año tras año, fue prorrogado durante un largo período, hasta llegar al año 2004.
Hoy en día, después de 38 años, el oro en Segovia se sigue explotando, con la única diferencia que la administración actual ya no es colombiana, pues el título de la antigua Frontino Gold Mines, pasado sucesivamente en manos de administradores colombianos, finalmente, en el 2010, ha sido entregado a la multinacional canadiense Gran Colombia Gold, la cual explota Segovia y sus preciosas riquezas.
�Oh Segovia! Te encanta la música carranguera y el vallenato. Mujer que bailas, incesantemente, en las cantinas, en las calles, la entera noche.
�Oh Segovia! Tú mismo nombre recuerda tierras lejanas, tierras españolas, acueductos romanos. �Eres tú una puta? �O una generosa madre, mal entendida, bien aprovechada?
De Medellín llegamos a Segovia por una carretera bien arreglada pero hecha de sólo curvas cerradas, que marean. El calor es fuerte, pero no tan húmedo. En el pueblo la mayoría de la gente son ex-trabajadores de la Frontino Gold Mines o jubilados de la misma empresa. Hay muchos comerciantes y los jóvenes tienen también otros intereses, como tocar música, el deporte y el teatro.
En el parque principal, una gran escultura en bronce representa la madre tierra y sus entrañas abiertas por los mineros. El parque nunca está dormido: gente conversando a cualquier hora, sentada en las mesas del bar principal, en los bancos o al frente de alguna tienda. En el centro del parque un pequeño y robusto obelisco recuerda las víctimas de la masacre de Segovia, ocurrida el 11 de noviembre de 1988. ��43 personas fueron asesinadas bajo la mirada pasiva de los uniformados��, recuerdan las últimas palabras de una de las cuatro fachadas que componen el obelisco.
Cuenta le gente del pueblo que el hospital San Juan de Dios de Segovia se estaba cayendo, se habían formado profundas grietas en las paredes a causa de trabajos de minería y se tuvo que evacuar y tumbar. En un principio los pacientes fueron llevados, provisionalmente, al coliseo del pueblo y, en un segundo momento, fueron trasladados a las instalaciones del antiguo hospital de la Frontino Gold Mines, ��La Salada��.
En efecto, en el barrio Briceño todavía se ven las ruinas del hospital evacuado y, alrededor, algunas casas habitadas están sufriendo el mismo destino. El pueblo de Segovia camina y duerme sobre una capa de oro. Un habitante de la zona comenta que desde que la multinacional Gran Colombia Gold adquirió el título minero la explotación minera ha ido creciendo dentro del mismo pueblo y no está controlada. Debido a los nuevos socavones y a los explosivos que se utilizan, el suelo se ha vuelto frágil y algunas familias han visto abrirse profundas grietas en las paredes y en el piso de su propia casa. El Secretario de Gobierno de la Alcaldía de Segovia dice que ��la administración no puede cerrar estas minas porque el territorio le pertenece a la Gran Colombia Gold, la cual le concedió un permiso de explotación a los mineros, a través de un contrato de comodato��.
Según una investigación del Instituto Popular de Capacitación (IPC) de diciembre de 2012, más del 59% del territorio continental del país está solicitado en concesión para títulos mineros. En los años 2000-2010 se han otorgado casi 6 millones de hectáreas en concesiones mediante títulos. Además el 23.3% del territorio minero es operado por empresas de la minería a gran escala, las cuales se unieron en asociación en el 2012 (Asociación del Sector de la Minería a Gran Escala). La Gran Colombia Gold hace parte de esta asociación compuesta principalmente por multinacionales extranjeras. ��Las grandes multinacionales del mundo están viendo en Colombia el ��Dorado�� del siglo XXI��, se afirma en la investigación.
Cuando las grandes empresas entran en un territorio se genera un conflicto con los mineros tradicionales. El IPC señala que en un informe de la Defensoría del Pueblo se afirma que en Segovia, de 148 minas sólo 4 son legalizadas y, en el 2010, hubo 78 desalojos de mineros locales de hecho. En el mismo informe se afirma que ��legalizar una actividad minera, para los pequeños mineros puede ser un proceso tortuoso y de alto costo en tiempo y dinero, frente a las ventajas limitadas que ofrece��. Al momento actual existen pequeñas minerías que llevan décadas explotando oro en Segovia, a las cuales se les denomina minería ilegal o minería de hecho, y están luchando para no ser desalojadas. Este es el caso de la empresa ��Mina Cogote��.
segovia2.jpg��En el agosto de 1975, un grupo de mineros decidió explotar la mina porque la antigua Frontino Gold Mines no la vio viable dentro de su posición económica�� cuenta Fabián Tirado, uno de los actuales asociados de la mina Cogote. ��Los grupos de mineros se unieron y decidieron destapar esta mina abandonada. La ley 20 de 1969 dice que cuando un título deja de ser explotado por lo menos durante un año, ese título minero automáticamente regresa al Estado. En el año 1987, se constituye la Asociación Mutual de Mineros Cogote, con 44 asociados pioneros. Tres años más tarde se comenzó a solicitar el título, pero el Estado nos negó el derecho y tenemos una demanda frente al Estado��.
Después de 40 años la empresa ha crecido y de momento ��tiene alrededor de 600 trabajadores con seguridad social, con garantías laborales y todos con su núcleo familiar protegido. Una comunidad de más de 5000 habitantes del municipio está beneficiada��.
Al principio la empresa no tenía una fuerte visión social y comunitaria pero, en los 40 años de experiencia, ha fortalecido estos aspectos: ��La empresa quiere brindar una alternativa digna a una comunidad desprotegida, generar un empleo digno con todas sus garantías a los mismos habitantes del municipio. Es una empresa conformada por nativos y estructurada por nativos, aquí no hay extranjeros. Somos una empresa que es una familia del mismo pueblo, amigos, vecinos. Esta es la diferencia con una multinacional que viene a formar políticos, a implementar una cultura capitalista y acabar con la idiosincrasia de un pueblo. Una multinacional exprime el trabajador al máximo para que produzca, y este producido se va para el exterior. Mientras que lo que se produce aquí queda para el progreso, para el desarrollo de la región y para el bienestar de los trabajadores��.
Fabián sigue explicando, con un tono de voz muy calmado: ��La empresa no tiene ganancias individuales sino colectivas. Actualmente hay 122 asociados y los asociados son los que toman las decisiones divididos por comités. La máxima autoridad es la asamblea general de asociados; la parte administrativa, a su vez, está compuesta por la Junta Directiva y los diferentes Comités��.
Después de un concordado de 10 años estipulado en el año 2003, en el 2013 la transnacional canadiense Gran Colombia Gold (sucursal Zandor Capital S.A.) interpone un amparo administrativo a los mineros de Cogote: ��Nos piden devolver la mina con toda el área minera. Pero nosotros en 40 años pusimos esfuerzos, vidas. Toda la empresa está automatizada, los túneles y el desarrollo son nuestros. Hace un mes y medio salió un panfleto donde se declararon objetivo militar a una serie de líderes mineros del pueblo. Entre los líderes amenazados está también el representante legal de la mina Cogote. El compañero denunció a nivel departamental, nacional e internacional, y puso como culpable a la transnacional, que es la que está empeñada en desalojarnos de acá��, comenta Fabián.
La mina Cogote se encuentra en un espacio lleno de árboles a las afueras del pueblo. Debido a los procesos del mercurio y del cianuro, es sabido que la minería contamina los ríos y la naturaleza. Segovia es uno de los municipios más contaminado del mundo; según la Defensoría del Pueblo ��en los municipios de Segovia, Remedios y Zaragoza, del departamento de Antioquia, se encuentran concentraciones de mercurio en el aire y en las fuentes hídricas 1.000 veces superiores a las permitidas por los estándares internacionales.��
Al preguntar si están haciendo esfuerzos para reducir el impacto ambiental, Fabián responde: ��Nos hemos puesto la tarea de trabajar de la mano con el Estado para que nuestra actividad impacte lo menos posible. Que la tecnología sea amigable con el medio ambiente. Estamos tomando medidas para mitigar el impacto, por eso hacemos este proceso de arborización, de plantar y de cuidar las fuentes hídricas. Nosotros ya no utilizamos mercurio y hay un producto que se está investigando que remplaza totalmente el cianuro, es totalmente amigable con el medio ambiente y además es más efectivo��.
Los asociados de la ��Mina Cogote�� piden ��qué no se proceda al desalojo de su empresa por parte de la transnacional Gran Colombia Gold, y qué la justicia ordinaria dirima sobre quien tiene derecho a tener este título minero, para que puedan ejercer legalmente y tranquilamente la actividad minera, la cual beneficia directamente a más de 5000 habitantes del pueblo de Segovia��.
�Oh Segovia! En tus silencios sueñas un retorno a la tranquilidad del campo. Más de un siglo y medio ha pasado y tú, ya no pides tanto.
�Oh Segovia! Tus ojos están perdidos en la nostalgia de tus montañas. �Cuándo llegará la paz? Te miras, sin desconfianza.
De regreso al pueblo un grupo de personas me invita a participar a una reunión en la alcaldía. ��Los residentes en las casas de la antigua Frontino Gold Mines Limited�� convocaron una reunión con los concejales de la Alcaldía para reclamar su derecho a la vivienda.
��No queremos dejar nuestras casas, llevamos aquí más de veinte años, hemos realizado mejoras al interior de las viviendas, y ahora la transnacional nos quiere desalojar��, dice uno de los participantes. Mismo pueblo, otra historia, pero la problemática parece surgir de la misma raíz.
Leonel Carvalho, un representante de ��los residentes en las casas de la antigua Frontino Gold Mines��, me explica los hechos: ��Somos 200 propietarios, agrupamos aproximadamente 1200 personas, hemos venido habitando estas casas desde entre 10 y 20 años, además hemos realizado mejoras al interior de la vivienda. Somos familias que tuvimos relación laboral con la Frontino Gold Mines. Ahora la nueva empresa quiere desalojar 36 viviendas, y toda esta gente se quedaría sin un techo��.
Cuando, en el 2010, la administración del gobierno Álvaro Uribe Vélez vendió los activos de la antigua Frontino a la Gran Colombia Gold, empezaron las protestas de los segovianos y se abrió un proceso ante la justicia colombiana. ��Nosotros no reconocemos a la Gran Colombia Gold como legítimo dueño de los activos de la Frontino Gold Mines��, afirma Leonel y sigue explicando, ��existe un documento firmado en Nueva York, en el mes de marzo de 1979, donde los representantes legales de la antigua Frontino Gold Mines entregaron todos los bienes de la empresa, para que pasaran a manos de trabajadores y pensionados. La empresa Frontino Gold Mines la vendieron unas personas que nada tenían que ver con la empresa, como por ejemplo el expresidente Álvaro Uribe Vélez, los liquidadores y los funcionarios de la Superintendencia de Sociedades. En este entonces hubo muchas intimidaciones que lograron el objetivo de despojarnos y provocar el desplazamiento de algunos acreedores de la empresa. Actualmente hay un proceso en curso, una demanda contra la Superintendencia de Sociedades; el liquidador y la junta Asesora ya fueron citados a indagatoria, en donde la pregunta fue: �Por qué vendieron una empresa que le pertenecía a jubilados y trabajadores?��.
La reunión sigue en la alcaldía de Segovia y ��los residentes en las casas de la antigua Frontino God Mines Limited��, asombrados, se preguntan: ���Por qué una multinacional extranjera, en territorio colombiano, tiene el derecho de despojarnos del único patrimonio que todavía conservamos?��.
Segovia es una mujer hermosa, comparte, generosamente, sus riquezas más hondas.
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