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¿Será Oaxaca el próximo polo minero de México?

El estado mexicano de Oaxaca presenta un notable potencial geológico que podría dar lugar a una serie de nuevos descubrimientos, según un geólogo de renombre mundial. David Jones, cuyo trabajo

hace 2 años

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El estado mexicano de Oaxaca presenta un notable potencial geológico que podría dar lugar a una serie de nuevos descubrimientos, según un geólogo de renombre mundial.

David Jones, cuyo trabajo fue clave para establecer el cinturón de oro de Guerrero hace casi 30 años, afirma que ahora su atención se concentra en la frontera del estado con Oaxaca.

El estado sureño, que actualmente es el quinto mayor productor de plata de México y un actor menor en el espacio del oro, sigue siendo poco explorado, en parte debido a su lejanía y a las dificultades para acceder a territorios que pertenecen a comunidades indígenas.

“En Sonora queda mucho por descubrir, en Chihuahua lo mismo. Todo el país tiene mucho potencial, pero estoy particularmente entusiasmado con Oaxaca”, dijo Jones a BNamericas.

¿UN CINTURÓN EMERGENTE?

En la base de datos de BNamericas figuran 16 proyectos mineros en Oaxaca, tres de ellos actualmente en producción.

Se trata de la mina de plata y oro San José, de Fortuna Silver, y las minas El Águila y Alta Gracia, que forman parte de la operación Don David, de Gold Resource.

Los activos conforman una zona polimetálica y de oro y plata más amplia de sistemas epitermales, según Jones, que se extiende al sureste de la ciudad de Oaxaca.

"Ambas empresas son solo parte de un cinturón volcánico mucho más grande que nunca se ha explorado realmente en un grado significativo", agregó.

Otros activos en la faja incluyen La Gitana, donde Inomin Mines planea una estimación inicial de recursos, y el activo Taviche, de Minaurum Gold, en el que Fortuna tomó este año una opción para adquirir una participación de hasta 80%.

Los proyectos Las Margaritas, El Fuego, El Chamizo y El Rey, de Gold Resource, también se encuentran en el área.

La compañía planea explorar sus proyectos, distribuidos en una tendencia de 55km, el próximo año, dijo a BNamericas en marzo el presidente ejecutivo, Allen Palmiere.

MADORO METALS

Este cinturón emergente es el objetivo de Madoro Metals, con sede en Vancouver.

La empresa, de la que Jones es gerente de exploración y director, tiene tres proyectos en el área.

En Yautepec, la exploración identificó múltiples objetivos listos para perforar a lo largo de una tendencia de 5km, según una presentación de la empresa.

Madoro también negocia para obtener el permiso de la comunidad para una primera etapa de perforación en el proyecto Magdalena y posee el activo inexplorado Rama de Oro.

Jones considera la faja de oro y plata de Oaxaca como "una oportunidad paralela a la del primer cinturón de oro de Guerrero", según la presentación de Madoro, con múltiples yacimientos en producción e indicadores geológicos que apuntan a un potencial de descubrimientos adicionales considerables.

“Nuestro mayor problema es conseguir los permisos para perforar, pero si se habla desde una perspectiva geológica el potencial es notable", expresó Jones a BNamericas.

DEPÓSITOS DE VMS

Otra área de enfoque para Jones es un depósito emergente de sulfuros masivos volcanogénicos (VMS) en el sur de Oaxaca.

Vortex Metals, que Jones cofundó, planea salir a bolsa pronto, dijo, y la compañía tiene una "gran parte" de un depósito VMS, que incluye los proyectos Zaachila y Riqueza Marina.

“Nadie los ha perforado jamás y podría haber múltiples depósitos nuevos en ese cinturón. Es increíble que esto esté ahí esperando ser explorado y que nunca hayan sido exploradas”, celebró Jones.

OBSTÁCULOS DE EXPLORACIÓN

Parte de la razón por la que muchas partes de Oaxaca siguen sin ser exploradas son sus ubicaciones remotas.

Viajar al estado desde Ciudad de México solía tomar mucho tiempo antes de que se construyera la carretera actual, y moverse dentro del mismo también era muy lento.

"Ahora tienen varias supercarreteras nuevas y están en proceso de completar otra, que va a facilitar aún más el acceso a estas zonas, así que la infraestructura ha mejorado", afirmó Jones.

La otra razón es que hay un mayor porcentaje de población indígena en Oaxaca, que suele tener comunidades muy unidas que desconfían de los forasteros, añadió.

Esto sigue siendo un reto en el estado.

"Hay que trabajar activamente para establecer y mantener buenas relaciones, ser siempre creíble y cumplir la palabra dada", advirtió Jones.

Fuente: BNamericas

Editorial

Publicado hace 2 años

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