América Latina está liderando la transformación hacia una gestión más eficiente y sostenible del agua y la energía, impulsada por la digitalización y la innovación tecnológica. Según datos de la ONU, se proyecta que para el año 2035, el consumo de energía habrá aumentado en un 35%, lo que acarreará un incremento del 85% en el consumo de agua, debido principalmente al crecimiento demográfico, el aumento del nivel de vida y los efectos del cambio climático.
Ante este desafío, países y empresas en la región están priorizando la optimización de recursos para la producción sostenible. El informe "Fostering Effective Energy Transition 2021 Edition" del Foro Económico Mundial destaca que 92 países han avanzado en su transición hacia la sostenibilidad, con Colombia en el puesto 29, Chile en el 34, México en el 46 y Argentina en el 47.
Tadeo Rodríguez, especialista en sostenibilidad de Rockwell Automation, señala los esfuerzos regionales para reducir el consumo de energía y otras iniciativas como la captura de carbono, el desarrollo del hidrógeno verde, sistemas de almacenamiento energético y nuevas plantas para acceso a agua potable. “Estos proyectos tienen una ruta crítica de ejecución incentivada por el mercado y las regulaciones, reflejando el interés de las industrias en optimizar sus infraestructuras y modelos de negocio,” explica Rodríguez.
El especialista también menciona un aumento de proyectos de plantas desalinizadoras en regiones con escasez de agua y esfuerzos significativos en la purificación de fuentes de agua potable. “La industria está cambiando desde el diseño de productos hasta la operación y la cadena de suministro, con avances en la optimización de procesos y el uso de menos recursos gracias a tecnologías como la inteligencia artificial, que podría reducir un 5-10% las emisiones globales según un estudio de BCG,” añade Rodríguez.
La tecnología y la automatización son fundamentales para aumentar la eficiencia operativa. El informe "The Digital Utility Plant: Unlocking value from the digitization of production" de Capgemini resalta cómo la digitalización puede reducir costos en un 27% y disminuir las emisiones de carbono asociadas a la producción de energía en un 5%.
Rodríguez subraya que la sostenibilidad debe ser un motor de mejora social, implicando el uso inteligente de datos, la mejora continua de procesos, la ciberseguridad y la protección de personas en plantas industriales. “Como empresa tecnológica, Rockwell Automation tiene la responsabilidad de apoyar tanto a industrias establecidas como emergentes, optimizando recursos e incrementando la productividad,” concluye Rodríguez.
América Latina se posiciona así como un ejemplo de innovación y sostenibilidad, utilizando la digitalización para enfrentar los desafíos del futuro y construir un entorno más eficiente y ecológico.
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