Aunque pudiera parecer ajena, la industria minera tiene más vínculos con el sector de alimentos y bebidas de lo que muchos imaginan. Ya sea a través de proveedores logísticos, empresas de empaquetado, servicios de alimentación en unidades mineras o incluso inversiones diversificadas, los cambios regulatorios que afectan a este sector impactan también al ecosistema industrial del que forma parte la minería.
Un ejemplo claro es la Sección 204(d) de la Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (FSMA), una regulación impulsada por la FDA en Estados Unidos que exige trazabilidad detallada de ciertos productos a lo largo de toda la cadena de suministro. Aunque su entrada en vigor está prevista para 2028, el tiempo para prepararse es hoy.
Frente a este escenario, la tecnología se convierte en una aliada indispensable. Rockwell Automation, empresa reconocida por su liderazgo en automatización industrial, ha fortalecido su oferta al adquirir Plex Systems, una plataforma en la nube especializada en manufactura inteligente. Esta solución permite a las compañías no solo cumplir con los nuevos requisitos, sino también ganar eficiencia, reducir costos y mejorar su trazabilidad en tiempo real.
Casos como el de Aaron Thomas Company, una empresa de empaquetado, revelan el potencial de estas herramientas: aumentaron 80% sus ingresos y triplicaron su base de clientes sin contratar más personal, gracias a un sistema que integra control de calidad, inventario y trazabilidad. Lo más llamativo es que ahora pueden realizar simulacros de retiro de producto en apenas siete minutos, cuando antes les tomaba días.
Otro ejemplo es OWS Foods, dedicada a la producción de mezclas de especias. Al implementar un sistema de ejecución de manufactura (MES) en la nube, lograron operar 24/7 manteniendo estándares de calidad y trazabilidad, incluso al expandirse a nuevas plantas.
¿Qué tiene que ver esto con minería? Todo. Las empresas del sector que ofrecen servicios de catering industrial, gestión de insumos alimentarios, empaques, transportes o incluso aquellas que buscan diversificar sus operaciones, también pueden beneficiarse al adoptar estas tecnologías. Además, aplicar trazabilidad digital a procesos internos —como el manejo de sustancias críticas, seguridad de suministros o exportaciones— se alinea con las mejores prácticas internacionales.
La transformación digital ya no es un lujo, es una necesidad. Y, para las industrias mineras que entienden su papel como parte de una red productiva más amplia, es también una oportunidad para crecer, innovar y cumplir con estándares que marcarán el rumbo del comercio global en los próximos años.
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