México es uno de los países más importantes a nivel mundial, gracias en cierta parte, a la riqueza minera, pues existe gran diversidad tanto en tipos de minerales como en depósitos y formas de trabajarlos.
Un yacimiento es una parte de la corteza terrestre, en la cual debido a procesos geológicos, se va acumulando mineral, y por sus características en cuanto a calidad, cantidad y condiciones contextuales se determina si es redituable su explotación.
Los términos yacimiento y depósito mineral, son considerados como sinónimo y para denominarlos es necesario reunir diversas características del lugar sujeto a exploración, por ejemplo, el tipo de mineral, la extensión, forma en la que se encuentra los depósitos, etc.
Éstos se pueden dividir en líquidos, sólidos y gaseosos; cabe mencionar que los metálicos tienen presentación sólida y se van formando gracias a los procesos de formación de las rocas, tanto ígneas, sedimentarias y metamórficas; hay depósitos que se relacionan con procesos ígneos, es decir procedentes del interior de la tierra, otros relacionados con procesos sedimentarios llamados exógenos, que se dan gracias a causas externas.
En el país se reconocen depósitos tipo skarn, epitermal, pórfidos, sulfuros, masivos vulcano-genéticos, depósitos sedimentario-exhalativos, red-beds, pegmatitas, vetas, chimenea, brecha, manto, diseminado, etc.
Estos yacimientos son los que en la actualidad se han estado manejado; conceptualmente, van cambiando a razón de cada investigación y contexto geológico que se realiza en determinado tiempo.
Fuente: OutletMinero
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