Un total de 258 mil chihuahuenses en 73 comunidades sufren las afectaciones por el cierre de 60% de las minas en la entidad, debido a que la minería no es considerada dentro de las actividades esenciales por parte de la Federación, según indicó Gerardo Durán, director del Clúster Minero de Chihuahua.
Siendo las comunidades serranas las mayormente afectadas, quienes dependen en un 90% de la minería y “el hecho de invalidar que la minería sea esencial es dejar a estos pueblos al amparo de Dios, porque no hay otra fuente legal que les pueda dar trabajo”, dijo Gerardo Durán, director del Clumin Chihuahua.
Para las compañías mineras, el bienestar de los trabajadores es lo más importante al ser el pilar de la actividad, por lo cual desde el inicio de la contingencia se implementaron medidas de seguridad en donde se incluía la toma de todos los parámetros sanitarios. Inclusive, en algunas unidades se contaba con pruebas de Covid-19 gracias a una fuerte inversión con la intención de apoyar al sector salud ante la carencia que se vivió al comienzo de la crisis sanitaria.
A pesar de lo anterior, la autoridad decretó que no pertenece a una actividad esencial, por lo que la afectación va mucho más allá de lo local, pues hay muchos metales que forman parte esencial de los materiales sanitarios, médicos y quirúrgicos.
“No podemos hablar del cobre nada más como la industria del cable, yo creo que las complicaciones van mucho más allá que frenar nada más a la actividad, yo creo que eso nunca se contempló cuando se dijo que se parara la mina”, dijo.
El cierre de las minas que continúan laborando se hará de forma paulatina, pues detener las labores de forma repentina dejaría aún más consecuencias negativas en las 73 comunidades donde la minería tiene injerencia.
Cabe destacar que los trabajadores de las minas detenidas reciben su sueldo íntegro y hasta el momento no se ha realizado ningún despido. “Eso habla de un compromiso real que tiene la industria con población”, explicó Durán.
De igual manera, indicó que actualmente se realiza el estudio correspondiente para evaluar el impacto total.
Mientras tanto las minas que están sin producción continúan haciendo los pagos habituales a sus proveedores, así como adelantar y liquidar los pagos que se tenían con proveedores de forma anticipada, para darles un margen de maniobra.
Durán explicó que ante esta crisis sanitaria se requiere unidad entre el Gobierno Federal y los sectores económicos, algo que las autoridades no han comprendido, pese a que del otro lado de la moneda se ubican miles de familias que viven al día y dependen del flujo de efectivo que les proporciona la actividad, tales como Madera, Ocampo, San Juanito, Bocoyna, y toda la región de Creel, en donde la ganancia de la hotelería tuvo una disminución repentina ante la falta de traslado de los proveedores.
“Va a llegar el punto donde la operatividad se vuelva incosteable y ya no vamos a tener para apoyar, ahorita que estamos apoyando lo estamos haciendo con mucho gusto y hasta donde el margen de las posibilidades nos lo permita. Pero si se acaban los recursos, ya no vamos a poder seguir ayudando, ahí va a estar otra parte de las complejidades”, explicó.
Agregó que ninguna empresa podrá ayudar a la comunidad y a sus empleados durante un mediano a un largo plazo, ante la incertidumbre de lo que vaya a suceder en los próximos meses en el mundo.
“Ojalá que la autoridad federal recapacite y reconsidere. Es de humanos equivocarse y yo creo que hay que recapacitar acerca de las afectaciones y ver cómo las vamos a solucionar. Permítanos ayudarles”, finalizó.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua
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