El Banco de México (Banxico) ha emitido un informe que arroja luz sobre un estancamiento en la industria minera durante el último trimestre de 2023. Según el informe, tanto los minerales metálicos como los no metálicos experimentaron un desempeño débil, atribuido a la combinación de precios internacionales más bajos y costos de insumos en aumento.
Los ejecutivos consultados para el informe trimestral de economías regionales mencionaron las restricciones ambientales como un obstáculo clave para la actividad minera en todo el país. Además, la actividad minera no petrolera sufrió una caída del 2% en comparación con el año anterior, marcando diciembre como el mes con el mayor retroceso del 4.9%.
El descenso en los precios internacionales de minerales como la plata y el cobre, junto con el lento crecimiento del mercado chino, se destacan como factores que contribuyeron al estancamiento. Sin embargo, hubo un aumento en los precios del oro y el zinc durante el mismo período.
Además, las huelgas en el sector automotriz de Estados Unidos, que concluyeron a fines de octubre, impactaron negativamente en la demanda de plomo.
En el norte del país, condiciones climáticas adversas como lluvias y bajas temperaturas provocaron la pausa temporal de operaciones mineras a cielo abierto, principalmente en Baja California y Nuevo León.
En el centro, la inseguridad aumentó los costos de vigilancia, seguros y salarios, afectando la rentabilidad de la industria y en algunos casos, llevando al cese temporal de operaciones.
Otros desafíos incluyen la falta de concesiones recientes y la demora en la obtención de permisos ambientales para la explotación minera.
A pesar de estos desafíos, hay un rayo de esperanza: un aumento en la demanda de minerales por parte del sector industrial en diferentes regiones del país, lo que podría impulsar la recuperación del sector minero mexicano en el futuro.
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