México alista un plan de manufactura y energía limpia de US$48.000 millones para Sonora, su segundo estado más grande, el cual allanaría el camino para poner fin a la disputa que enfrenta por el T-MEC con Estados Unidos. El Plan Sonora apuntaría a fortalecer las cadenas de suministro del norteño estado con EE.UU. y fomentar la fabricación de vehículos eléctricos y la construcción de grandes centrales de energía limpia, dijo el martes a la prensa el canciller Marcelo Ebrard.
Según Ebrard y el presidente Andrés Manuel López Obrador, el plan se encuentra en las últimas etapas de negociación y se han superado varios escollos. Entre ellos se encuentra la participación de la empresa pública CFE, que según el gobierno tendría que ser propietaria de todos los activos de generación eléctrica considerados en el acuerdo. Autoridades estadounidenses accedieron al pedido siempre y cuando la construcción de las plantas se asigne solo a compañías norteamericanas, sostuvo AMLO.
Los nuevos parques solares se construirán con financiamiento respaldado por Estados Unidos a tasas preferenciales, y la carga de la deuda la asumirá de manera directa el Fisco mexicano. Esto permitirá a CFE ser dueña de grandes parques solares sin aumentar su deuda.
López Obrador señaló que se le informó al enviado climático de EE.UU., John Kerry, que el gobierno no quiere contraer ningún compromiso de deuda, ni lo han hecho. “Solamente tomaríamos esa decisión si se trataba del plan Sonora, porque es el futuro del país, la gran reconversión industrial", indicó. “Tenemos un potencial, no nos va a tocar verlo, pero queremos dejar el plan hacia adelante, pensando en las nuevas generaciones”.
De concretarse, el plan marcaría un marcado cambio estratégico en la postura de México hacia la energía renovable. Si bien la administración ha tratado de desalentar el crecimiento del segmento, ahora presiona para que CFE participe directamente luego de su primera incursión en la tecnología a través del parque solar de US$1.000 millones Puerto Peñasco, promovido en un principio por el gobierno de Sonora.
“Ya se comenzó a hacer una planta solar en Peñasco, y el propósito es reproducir esa planta, replicarla, hacer cinco plantas y, al mismo tiempo, proyectar un tendido de líneas eléctricas hacia la frontera [norte]”, señaló AMLO.
Los nuevos proyectos podrían vender energía limpia al vecino estado de Arizona, que se prepara para una gran expansión de su industria fabril de microchips con el apoyo del Gobierno estadounidense e inversiones de Intel y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
“Todo esto, pensando en la industria automotriz y en cumplir con el propósito de que, para 2030, ya puedan utilizarse más vehículos eléctricos en EE.UU. En Sonora se tiene energía eléctrica", explicó el mandatario. “Este plan incluye la explotación del litio, que debe usarse para la elaboración de baterías”, al igual que cobre.
La falta de suficiente generación de energía limpia en el norte de México suele ser una de las preocupaciones mencionadas por las empresas manufactureras que buscan cumplir objetivos internos y nacionales. El gobierno considera que las nuevas plantas son una forma de incentivar el establecimientos de fábricas de automóviles eléctricos en Sonora.
El Plan Sonora también apuntaría a desarrollar la logística del estado mejorando las aduanas, reacondicionando vías férreas, construyendo autopistas y ampliando el puerto de Guaymas, además de los aeropuertos de Obregón y Guaymas, señaló.
De acuerdo con Ebrard, en las negociaciones con John Kerry, México se comprometió a “tener una meta compartida para energías limpias al año 2030”, en que el Plan Sonora desempeñará un papel clave.
"CFE ya entregó su cartera de proyectos, la acaba de entregar, y se va a presentar en la cumbre [de líderes de América del Norte] al presidente Biden. Energía solar en Sonora es la prioridad y hay otros [proyectos] que presentó CFE”, comentó el canciller.
Desde mediados de año, las quejas de EE.UU. y Canadá por la postura contraria a las energías renovables de México desencadenaron una disputa bajo el tratado de libre comercio T-MEC entre los tres países. El conflicto motivó a las autoridades mexicanas a flexibilizar poco a poco su estrategia sobre las fuentes renovables en un intento por evitar la formación de un panel de arbitraje, lo que eventualmente podría conducir a que Estados Unidos y Canadá impongan aranceles.
Fuente: Bnamericas
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