El crecimiento sostenido y generalizado de los precios en México ha generado una tasa de inflación anual del 8.16%...
Por: Moisés Gómez Reyna
Con la consecuente pérdida del poder adquisitivo de la población en general.
Pero este punto no es el único de preocupación, en materia económica nacional y regional. Para los productores agropecuarios es tema de preocupación la caída de 45% del precio de la tonelada de trigo en menos de dos meses, ya que en mayo alcanzó un precio de 522 dólares y hoy se cotiza a 285 dólares.
En el caso del maíz, en abril la tonelada se vendía en 348 dólares, mientras que hoy anda en alrededor de 238 dólares, una baja de 32%.
Ambos productos son esenciales en la alimentación y de ellos se derivan los costos de otros como el pan, leche, tortilla, carne, entre otros. Por lo tanto, esto pudiera ser la luz al final del túnel para los aumentos que han experimentado los alimentos.
No obstante, un desplome así en los precios puede meter en aprietos a los productores de trigo y maíz, sobre todo en el sur de Sonora y Sinaloa.
Un elemento adicional es el precio del cobre que estaba en 10 mil 160 dólares la tonelada en abril y hoy ronda los 7 mil dólares y en el caso del oro, en marzo se encontraba en mil 950 dólares la onza, mientras que hoy se ubica en mil 750 dólares.
Aquí igualmente hay un beneficio para los consumidores de productos electrónicos y construcción, por ejemplo, pero para estados mineros como Sonora, Zacatecas o Chihuahua, puede significar una fuerte contracción para sus economías.
Para complementar el deteriorado cuadro económico, desde hace algunas semanas se maneja la posibilidad de que la economía estadounidense se encuentre en recesión o lo pueda estar en los próximos meses.
De hecho, en los primeros tres meses de 2022, la economía de ese país registró una contracción de -1.6%, luego de que en el cuarto trimestre de 2021 había crecido un 6.9%.
La mayoría de los economistas considera que un país o región se encuentra en recesión técnica cuando su economía registra por lo menos dos trimestres consecutivos de caída. Por eso hay quienes piensan que la recesión ya pudo haber iniciado o está a la vuelta de la esquina.
Los altos precios de los energéticos, la elevada inflación y el incremento de las tasas de interés, serían los principales factores (todos relacionados) que están llevando a la mayor economía del mundo a la recesión.
Bank of América fue el último en tocar el tema y señala que la economía americana está desacelerando a un mayor ritmo del que se temía, por lo que consideró probable que la recesión llegue en la segunda mitad de este año.
Mientras son peras o son manzanas, la expectativa de una posible recesión en Estados Unidos está causando efectos en los mercados de varias materias primas, que por una parte han impulsado la inflación en los últimos meses y, por otro, son productos importantes para nuestra economía y por lo tanto puede haber un impacto para México y Sonora.
Un ejemplo es el precio del petróleo. El crudo West Texas Intermediate se cotiza actualmente entre los 104 y 106 dólares por barril, luego de que en junio estuvo a un nivel récord de 115 dólares.
Si bien esta baja en los petroprecios puede ayudar a que las gasolinas ya no sigan subiendo su costo al consumidor final, en el caso de Pemex puede mermar sus ingresos excedentes por venta de crudo, lo que engrosaría las ya abultadas pérdidas de la paraestatal en el actual sexenio. Además, el Gobierno federal tendría menos recursos disponibles para poder seguir subsidiando el precio de las gasolinas en nuestro país.
Habrá que estar atentos a la evolución de la economía estadounidense, del manejo de la economía nacional, pero fundamentalmente debemos tener cuidado con nuestras finanzas familiares y personales por el turbulento entorno en el que nos encontramos.
Twitter: @gomezreyna
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