La minería, un sector tradicionalmente ocupado por hombres, aumentó la participación de las mujeres en los últimos seis años.
Tradicionalmente se piensa en la minería como una industria en la que laboran solo hombres, pero la realidad es otra, cada vez hay más mujeres que participan en las empresas del sector minero.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 11% del total del personal ocupado en la minería son mujeres en el registro del 2016, lo que representó un avance de 3 puntos porcentuales contra la cifra de 2010.
Si bien el número de mujeres que trabajan en el sector ha aumentado, su participación sigue siendo minoritaria.
De las cuatro empresas mineras que son públicas, Peñoles es la que tiene la mayor proporción de mujeres en su plantilla laboral, con 11% de los 7,300 trabajadores del total de la empresa (sin contar los de Fresnillo), de acuerdo con su reporte anual 2016. Seis años antes, 8% de sus trabajadores eran mujeres. De los 15,883 trabajadores del sector minero del Grupo México, 6% son del sexo femenino. En las últimas cifras al respecto de la minera Autlán al 2012, de los 1,200 trabajadores mineros solamente 5% del personal eran mujeres.
“En un principio, había como roces, los compañeros decían que cómo siendo mujer no podía competir con ellos, pero ya después comenzamos a mejorar el ambiente y ya todo mundo se lleva bien”, dijo Fabiola Núñez, operadora de un camión en la mina en Velardeña, Durango del Grupo Peñoles.
TECNIFICACIÓN
De acuerdo con el reporte anual 2016 de la Cámara Minera de México (Camimex), la participación de las mujeres se ha visto favorecida ante los cambios tecnológicos, por la mayor automatización de los procesos en las minas y por el grado de capacitación que se requiere del personal para operar maquinaria especializada.
Por ejemplo, en Grupo México las mujeres tienen mayor participación en los puestos técnicos, con 17% del total, seguido de especialistas con 15% y directivos y jefes de departamento, con 11% del total.
"Antes, había puros hombres, porque se requería un gran esfuerzo físico para llevar a cabo las labores. Pero ahora, casi todo es automatizado, aquí (en la mina Velardeña de Peñoles) tenemos muchas operadoras (de maquinaria)", dijo César Hernández, asesor de la mina.
DENTRO DE LA MINA
No todas las mujeres se ubican en las áreas técnicas o administrativas. Una de las trabajadoras de la mina Velardeña es Julisa Martínez, la primera mujer certificada en el país en el manejo de la máquina jumbo sandvik, muy parecida a un camión, pero con un martillo montado sobre un brazo articulado con el que se perfora la roca dentro de la mina.
Antes de ser operadora de la máquina trabajaba en la industria maquiladora en el poblado de Cuencamé, ubicado a 30 kilómetros de su hogar. Cuando las constructoras llegaron a Velardeña para echar a andar el proyecto de la mina, se acercó a los contratistas y consiguió empleo que le permitió ahorrar el recorrido.
“Desde un principio les dije que quería trabajar en maquinaria, pero en la jumbo de preferencia, porque se me hacía más emocionante”, dijo Martínez, quien lleva cuatro años trabajando para Peñoles, los mismos que tiene la mina en operación.
Velardeña es una localidad del municipio de Cuencamé en Durango; de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) cuenta con alrededor de 2,500 habitantes. Población que asegura dependen en gran parte del sector minero.
Para muchas mujeres, trabajar en la mina Velardeña les da la oportunidad de tener un empleo mejor remunerado de lo que se consigue en otros sectores como el agro y la maquila, además de contar con prestaciones y ubicarse cerca de sus localidades.
“No se compara con otros trabajos sobre todo por el sueldo, en otros lados ganaría en una quincena lo que aquí ganó en una semana”, dijo Leticia Sonora, operadora del malacate, un mecanismo que se usa en las minas para elevar objetos pesados, en Velardeña.
Fuente: expansion.mx
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