Contrariamente a la opinión desinformada o parcial de algunos detractores al proyecto minero en el estado de Morelos, este sector es un generador inmediato de flujo económico y desarrollo en las zonas donde se asienten, ya que no sólo utilizan fuerza de labor de la zona, sino también obtiene sus insumos directamente del estado de Morelos, cuya derrama económica es urgente y necesaria en la entidad tras la crisis del Covid-19.
No todas las comunidades marginadas y pobres de la entidad, tienen la suerte de contar con proyectos poderosos y consistentes como el que se trabaja en la comunidad de Tetlama, un pueblo históricamente depauperado, pero que ahora tiene la oportunidad -en el mediano plazo- de tener desarrollo, bienestar, atención y desenvolvimiento puesta diferencia de otros impulsos económicos, el que sostiene la empresa Álamos Gold, sembrará en el sitio más de 10 mil millones de pesos en una mina ecológicamente sustentable y respetuosa del entorno en todos los sentidos.
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De esta circunstancia inmejorable para el estado de Morelos, las autoridades estatales si están consientes. Recientemente la secretaria de Desarrollo Económico y del Trabajo (SDEyT), Ana Cecilia Rodríguez González, hizo énfasis en la urgencia de que actividades como la minera en el estado, reinicien actividades por el flujo económico que representan, y que en medio de una crisis económica como lo que ha generado la pandemia, resultará más que un tanque de oxigeno para la entidad.
Es por lo anterior que la dependencia, según pudo externar, está pendiente de que, entre las casi 500 solicitudes de empresas para reactivarse en Morelos, 16 de ellas corresponden a mineras, pues ellas representan un segmento primario y esencial para la sociedad, no sólo porque los materiales que extraen son generadores de infraestructura, sino porque también son generadoras de dinero inmediato.
La importancia de que Álamos Gold logre concretar la mina de Tetlama, donde ya se trabaja desde hace tiempo, estriba en que la zona donde está ubicada, es una de las más pobres de Morelos y del país, pues según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el poblado de Tetlama enfrenta, además de pobreza, analfabetismo y muy pocas vivienda tienen suelo cemento, lo que son indicadores de pobreza extreme totalmente evidentes, sin mencionar que el 2.4 por ciento de estas viviendas no cuenta con agua entubada, además de que los casi 2 mil habitantes de dicha región vivían del basurero que en 2006 cerró, teniendo escasas fuentes de empleo lo que profundizó la marginación.
Fuente: David Monroy Digital
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