México es uno de los principales productores de ónix en el mundo.
Sin embargo, la cadena productiva del ónix enfrenta debilidades como la falta de tecnología en su extracción, carencia de organización en las empresas que se dedican a explotar este mineral, el déficit de mano de obra calificada en este tema y problemas de comercialización.
Así lo explica el Estudio de la cadena productiva el ónix realizado por la Coordinación General de Minería de la Secretaría de Economía federal.
De acuerdo a dicho documento México “cuenta con abundantes reservas de ónix, la mayor parte de las cuales, se encuentran todavía sin explotar. Los más grandes yacimientos se localizan en los estados de Zacatecas, San Luis Potosí y Querétaro, aunque en otras entidades federativas como Oaxaca y Puebla, también se ha detectado presencia del mineral”.
De hecho, el estudio de la SE se basa en la “Ruta del Mármol y Ónix”, la cual está constituida por los municipios de San Andrés Cholula, Amozoc, Tepeaca, El Seco, Tehuacán, San Juan Ixcaquixtla, Tepexi de Rodríguez y Tecali de Herrera, todos ellos municipios de Puebla.
La Secretaría de Economía concluye que la producción del ónix se “encuentra moderadamente desarrollada”. Pues “sólo unas cuantas empresas disponen de la infraestructura física y material, así como del recurso humano calificado para la extracción, el beneficio y la comercialización”.
La problemática de la pequeña minería en la que se encuadra la producción de ónix, hacen inviable la participación del capital extranjero, advierte el estudio de la dependencia federal.
“La actividad de extracción del ónix requiere impulso financiero que le permita acceder a créditos preferenciales y a la adquisición de maquinaria y equipo adecuados para la manufactura de los productos de ónix”, advierte el documento.
Además se recomienda la creación de una “escuela, academia o centro de capacitación o adiestramiento para el recurso humano que se dedique a esta actividad, por parte de la iniciativa privada o del sector público”.
Este mineral es considerado como piedra semipreciosa y a diferencia de otras gemas en las que la creencia popular señala que su valor esta en función de la intensidad de su color, en el caso del ónix ocurre lo contrario, pues buena parte de su valor se debe a su transparencia.
Existe ónix de color naranja, rojo, amarillo, pardo, rojizo, blanco y café, entre otros. Este mineral se ha posicionado como uno de los materiales favoritos en el diseño arquitectónico, la fabricación de objetos de ornato y el recubrimiento en la industria de la construcción.
Los principales productores del mundo son Pakistán, China, Irán, Turquía, Argentina y Brasil.
Fuente: unionpuebla.mx
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